Es más probable que los habitantes de ciudades grandes compren en tiendas donde se practica el distanciamiento social que donde se ignora, así lo indica una nueva investigación realizada por expertos de la Universidad Cornell, en Ithaca, Nueva York (Estados Unidos).
«Queremos comprender cómo las personas toman decisiones basadas en el cumplimiento de las pautas de salud», comentó Ricardo Daziano, profesor asociado de ingeniería civil y ambiental en la citada universidad.
«Hasta que se desarrolle una vacuna, los legisladores no solo deben encontrar los mejores incentivos para que las personas eviten la proximidad física, sino que también deben crear planes para relajar el distanciamiento social en el futuro», agregó.
Daziano dijo que los pronósticos de comportamiento de los modelos desarrollados en este proyecto pueden ayudar a guiar esas decisiones.
El experimento, que utilizó una simulación en 3D, se realizó en línea en mayo antes de que comenzara la reapertura gradual en la ciudad de Nueva York. En ese momento, los compradores debían hacer fila afuera para que las tiendas no superaran los límites de capacidad.
Los investigadores encontraron que la distancia entre las personas importaba. En comparación con las tiendas sin distanciamiento social, las personas tenían cuatro veces más probabilidades de elegir tiendas donde se mantenía un espacio de 2 metros y casi tres veces más probabilidades de comprar donde las personas estaban separadas por 1.5 metros.
Además, los compradores de la ciudad de Nueva York tenían casi el doble de probabilidades de optar por tiendas donde la gente usaba máscaras, mostraron los resultados.
En experimentos futuros, los investigadores planean utilizar pantallas de realidad virtual montadas en la cabeza y modelos matemáticos para ver cómo reaccionan personas de diversos orígenes e inclinaciones políticas a las amenazas para la salud.
También planean realizar una encuesta a los residentes de esta y otras ciudades para evaluar cómo juzgan el riesgo a medida que se vayan reabriendo los espacios, por ejemplo, preguntando si prefieren sentarse en el interior o al aire libre en un restaurante.
«Desde una perspectiva política, entender eso nos ayudará a planificar o quizás rediseñar la reapertura de negocios», apuntó Daziano. «Queremos entender quién tiene más probabilidades de respetar las pautas de salud, cuáles son las percepciones de riesgo en los espacios públicos y cómo podemos crear incentivos para que las personas mantengan el distanciamiento social, de modo que podamos ayudar a orientar las decisiones».
Vía: Health Day News