La halitosis es lo que conocemos como mal aliento, un olor desagradable que procede de la boca. Este problema afecta en general a los dos sexos, pero es ligeramente superior en los hombres.
Las personas que padecen este problema pueden no percibir su mal aliento debido a una pérdida de sensibilidad, dado que su sistema olfatorio se ha sumergido en su propio olor. También existen otros individuos que presentan lo que se conoce como halitofobia, en la que se cree tener mal aliento sin que éste exista. En este caso se trata de fobias psicológicas que necesitan un tratamiento distinto al que el odontólogo puede realizar.
¿Por qué se produce?
- El mal aliento se produce por un aumento en la composición de sustancias sulfuradas del aire expulsado por la nariz y la boca. Este hecho puede deberse a distintas causas; puede contribuir a ello la sequedad de boca por beber pocos líquidos, hablar mucho o estar estresado.
- Tomar algunos fármacos como ansioliticos, antihipertensivos o antibioticos también disminuyen la cantidad de saliva, la cual ejerce un papel de limpieza de la superficie de la lengua, quedando más alimentos presentes en la boca, y aumentando el contacto entre dicha superficie y las bacterias.
- También guarda relación con las dietas altas en proteínas o que incluyen sustancias olorosas como ajo, cebolla o especias. Además existe una clara asociación con el hecho de tomar café, té, alcohol y sobre todo con el tabaco.
- Las personas con problemas de encías o periodontitis se ven afectadas también por este mal olor, ello es debido a que las bacterias presentes producen los gases desagradables. Además, la halitosis puede darse en personas que tienen infecciones de riñón, pulmón, amígdalas o son diabéticos.
- Se ha observado relación con la época de menstruación de las mujeres o la presencia de caries, infecciones bucales, pero fundamentalmente el problema radica en la suciedad de la superficie de la lengua.
¿Cómo prevenir la Haliotsis?
- Cepillar bien los dientes después de cada comida.
- Eliminar o reducir el consumo de tabaco y de alcohol.
- Reducir el contenido de proteínas de las comidas; está demostrado que las dietas con menos contenido proteico y más hidratos de carbono ayudan a eliminar la halitosis.
- Beber mucha agua para favorecer la secreción de saliva y por tanto la erradicación de las bacterias de la boca que producen el mal aliento.
- Emplear colutorios o enjuagues después del cepillado.
Si persiste la halitosis, consulta con tu médico para deseche otras posibles causas (alteraciones gastrointestinales).