La hipertensión pulmonar es un tipo de presión arterial alta que afecta a las arterias de los pulmones y al lado derecho del corazón. A medida que aumenta la presión, la cavidad inferior derecha del corazón debe trabajar más para bombear sangre a los pulmones, lo que finalmente causa que el músculo cardíaco se debilite y falle.

Desafortunadamente, es un padecimiento poco conocido en México, por lo que el número de pacientes diagnosticados con dicha enfermedad va en aumento, de acuerdo con el especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Luis Efrén Santos Martínez.

Síntomas

  • Dificultad para respirar mientras haces ejercicio y, con el tiempo, durante el descanso.
  • Fatiga.
  • Mareos o episodios de desmayo.
  • Presión o dolor en el pecho.
  • Hinchazón en los tobillos, las piernas y, con el tiempo, en el abdomen.
  • Color azulado en los labios y la piel.
  • Pulso acelerado o palpitaciones del corazón.

Factores de riesgo

Aunque los antecedentes familiares influyen, también aumenta el riesgo si tu estilo de vida no es saludable. Algunos de los hábitos que pueden aumentar el riesgo son:

  • Sedentarismo o mala alimentación que lleven al sobrepeso.
  • Consumo de sustancias nocivas para la salud.
  • Tomar inhibidores del apetito.

Si bien es posible controlar la enfermedad, la hipertensión pulmonar no se puede curar. El tratamiento puede ayudar a mejorar los síntomas, así como a frenar el avance del padecimiento.

A menudo, se requiere un poco de tiempo para encontrar el tratamiento más adecuado para la hipertensión pulmonar. Cuando esta enfermedad es causada por otra afección, un especialista puede ayudar a descubrir la causa y recomendar el tratamiento adecuado.

Si detectas los síntomas, visita de inmediato a un médico.

 

Vía: Notimex