La comunicación entre padres y niños pequeños suele estar limitada, debido al poco o nulo lenguaje durante las etapas tempranas. Desafortunadamente, esto impide identificar oportunamente cualquier síntoma de baja audición en los menores, según especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Este tipo de problemas tienen como principal causa los factores hereditarios y congénitos, razón por la que es importante recurrir a un tamizaje auditivo, así como a una audiometría tonal, para obtener un diagnóstico oportuno y el tratamiento adecuado.

De acuerdo con la especialista Fátima Biani Gómez Álvarez, los problemas auditivos más frecuentes son la fijación de los huesecillos del oído —llamada otosclerosis— y la disminución de la capacidad auditiva en adultos causada por edad, medicamentos, infecciones, malformaciones congénitas y ruido —denominada cortipatía degenerativa—.

Los trastornos que afectan la salud de los bebés suelen ocurrir en el embarazo y se detectan durante las primeras horas del nacimiento. Se trata de malformaciones de la parte externa, media e interna del oído en bebés que nacen con bajo peso, algún problema neurológico o que desarrollan problemas cardiovasculares y metabólicos.

Recomendaciones

En primera instancia, es importante detectar si el pequeño no reacciona ante un sonido intenso. Otras señales son:

1. Retraso en cuanto a balbuceo o pronunciación.
2. Problemas para escuchar o desarrollar el lenguaje (si es mayor de tres años).

A decir de la especialista, es esencial tomar medidas preventivas. Por ejemplo, llevar adecuados controles prenatales; hacer pruebas de tamizaje auditivo, y tratar oportunamente las infecciones en el oído (otitis media).

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Si detectas algún problema en la salud de tu bebé, no dudes en visitar a un médico de inmediato. Recuerda que la detección temprana puede mejorar significativamente la calidad de vida del menor.

 

Vía: Notimex