Los niños en edad escolar (entre 6 y 12 años), están expuestos a una serie de factores que afectan directa e indirectamente su salud integral. Por este motivo, es importante que los padres se aseguren de que asistan a las visitas rutinarias con el médico.
Esta clase de visitas son más que un simple protocolo. Se trata de la oportunidad perfecta para que los niños conozcan más sobre su salud y despejen las dudas sobre los cambios físicos y mentales que experimentan durante esta etapa.
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Por ello, los padres deben programar esta clase de visitas con el médico de forma periódica, según vean conveniente tanto los padres como el propio médico.
¿Qué esperar en las visitas médicas rutinarias?
Durante las visitas rutinarias al médico, es común que se lleven a cabo las siguientes acciones:
-Medición de la altura, el peso y la presión arterial.
-Revisión de las funciones vitales.
-Examen físico completo, incluyendo evaluación general de la vista y la audición.
-El médico se asegurará de que las vacunas del niño estén al día.
-El médico preguntará sobre de la dieta del niño, sus hábitos de ejercicio y patrones de sueño.
-No solo se centrará en la salud física, también en su bienestar mental y emocional. Los padres pueden discutir con el médico cuestiones como las experiencias escolares del niño, las relaciones con los compañeros, las dificultades familiares y las tensiones diarias.
-Cuando un médico detecta problemas específicos durante una visita rutinaria, puede remitir al niño a un especialista para una evaluación y atención adicional.
Consejos
Para garantizar una adecuada salud de los niños en edad escolar, es importante que los padres animen a sus hijos a adoptar hábitos saludables de higiene personal, como lo son:
-Bañarse con regularidad.
-Lavarse las manos rutinariamente antes de comer y después de ir al baño, como una forma de prevenir la propagación de enfermedades infecciosas.
-Cepillarse los dientes al menos dos veces al día y usar hilo dental una vez al día.
Cumpliendo esta clase de medidas preventivas, se puede reducir el riesgo de enfermedades y de lesiones.