Es importante prestar atención a la alimentación de los pequeños del hogar, pensando más allá de las comidas que consumen en casa. ¿Sabías que una dieta deficiente puede causar alteraciones en su desarrollo físico e intelectual?
No obstante, el problema rebasa el mal rendimiento escolar, pues la desnutrición es un inconveniente que podría acarrear enfermedades graves, como anemia, sobrepeso y diabetes tipo 1 —o juvenil—, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.
Ante ello, es importante destacar que el lunch, o refrigerio, no sustituye el desayuno ni la comida. Éste debe formar parte de la alimentación diaria de los menores, pues aporta la energía necesaria para rendir y sobresalir durante el periodo de clases.
De acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor, el refrigerio de un niño de primaria debe incluir agua natural y alimentos de los cinco grupos alimenticios, es decir, frutas, verduras, cereales, proteínas y lácteos.
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Ideas saludables
- Prepara un sándwich con dos rebanadas de pan de granos o cereales, queso manchego y vegetales frescos —evita la mayonesa—. Puedes acompañarlo con una guarnición de frutas o un yogur.
- Prepara un sándwich con dos rebanadas de pan de granos o cereales, queso panela y jamón. Decora con rebanadas de vegetales frescos —zanahoria, calabacitas y pepino—.
- Acompaña el lunch con al menos una porción de fruta. Procura que contengan muchas vitaminas y minerales, como el plátano, el kiwi y la mandarina.
- Recuerda que lo saludable no debe estar peleado con el sabor. Puedes untar un pan de cereales con mantequilla de maní —sin azúcar—. Decora con rebanadas de plátano, pasas o arándanos.
- Una vez por semana, concédele un antojo. Procura que éste contenga poca cantidad de grasas y azúcares.
Si tienes dudas sobre qué alimentos puedes darle a tus hijos, visita a un especialista en nutrición. Considera que el tipo de alimentación depende, en gran medida, del peso y las necesidades de cada persona.
Vía: Cocina Delirante
