Un infarto cerebral o evento vascular cerebral (EVC) ocurre cuando un vaso sanguíneo en el cerebro se rompe y sangra, o cuando se presenta un bloqueo en el suministro de sangre hacia el cerebro. La ruptura u obstrucción impide que la sangre y el oxígeno lleguen a los tejidos cerebrales.
Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), el infarto cerebral es una de las principales causas de muerte en dicho país. Cada año, más de 795,000 personas sufren un EVC en la nación norteamericana.
Se sabe que ciertas condiciones médicas están relacionadas con el riesgo de infarto cerebral. Estas incluyen:
- Un evento vascular cerebral previo o un ataque isquémico transitorio
- Presión sanguínea elevada
- Colesterol alto
- Tener demasiado exceso de peso
- Trastornos cardíacos, como la enfermedad de las arterias coronarias
- Defectos de las válvulas del corazón
- Cámaras cardíacas agrandadas y latidos cardíacos irregulares
- Anemia drepanocítica (causada por un tipo anormal de hemoglobina llamada hemoglobina S, que hace que los glóbulos rojos se deformen o destruyan)
- Diabetes
- Trastornos de la coagulación de la sangre
- Foramen oval permeable [FOP] (abertura pequeña parecida a un colgajo en la pared entre las cavidades superiores derecha e izquierda del corazón)
RECUERDA: Para conocer tus factores de riesgo específicos de EVC, habla con tu médico.
Fuente: Healthline