Los factores que aumentan el riesgo de sufrir un infarto cerebral hemorrágico incluyen malformaciones de los vasos sanguíneos, como por ejemplo:
- Malformación cavernosa cerebral: esta se presenta cuando pequeños vasos sanguíneos llamados capilares se acumulan en el cerebro, se agrandan y se deforman, y pueden afectar el flujo sanguíneo.
- Aneurisma cerebral: este es un bulto en la pared de un vaso sanguíneo en el cerebro. Un aneurisma puede incrementar su tamaño y hacer que la pared de la arteria se debilite. Si un aneurisma se revienta, puede provocar un sangrado incontrolable.
- Malformación arteriovenosa (MAV): esta condición genética generalmente afecta el cerebro y la columna vertebral. Si se presenta en el cerebro, los vasos sanguíneos pueden romperse y provocar una hemorragia dentro del citado órgano. Cabe resaltar que este trastorno es raro y no suele manifestarse con regularidad.
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Asimismo, los factores de riesgo específicos de la hemorragia subaracnoidea incluyen los siguientes:
- Tener un trastorno hemorrágico
- Experimentar una lesión en la cabeza y un trauma físico
- Utilizar medicamentos anticoagulantes
Fuente: Medical News Today