De acuerdo con los expertos, un aneurisma cerebral es como una ampolla en una manguera de agua. Puede ocurrir en cualquier vaso sanguíneo del cuerpo.

El problema es que, como se forma en el cerebro durante sus primeras etapas, la mayoría de las personas no tienen idea de que están en peligro. En ocasiones, un médico puede detectar uno en un escáner cerebral realizado por otros motivos.

Si un aneurisma cerebral se rompe, alrededor de la mitad de las veces el evento resulta fatal. Entre los sobrevivientes, el 68% experimentará daño neurológico permanente.

En cuanto a las causas que dan lugar a un aneurisma cerebral, la respuesta de los médicos es que todavía no se conocen.

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No obstante, ciertos factores de riesgo parecen entrar en juego. Se sabe que pueden ser hereditarios, y que ocurren con más frecuencia en las personas que fuman. Pero también hay muchos pacientes de aneurisma cerebral que no fuman que no tienen antecedentes familiares de la afección. Esto significa que existe alguna combinación de factores genéticos y ambientales que todavía debe ser descifrada en su totalidad.

De acuerdo con los especialistas en el ramo, la mayoría de las personas que sufren un aneurisma cerebral tienen entre 35 y 60 años, pero puede presentarse a cualquier edad, incluso durante la infancia.

El género sí parece importar, ya que los aneurismas son más comunes en las mujeres que en los hombres, sobre todo después de los 55 años.

Las personas de raza negra y los hispanoamericanos tienden a correr un mayor riesgo que las personas caucásicas.

 

Fuente: Health Day