Un infarto cerebral, o evento vascular cerebral (EVC), ocurre cuando un vaso sanguíneo en el cerebro se rompe y sangra, o cuando se presenta un bloqueo en el suministro de sangre hacia el cerebro. La ruptura u obstrucción impide que la sangre y el oxígeno lleguen a los tejidos cerebrales.

De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), el EVC es una de las principales causas de muerte en dicho país. Cada año, más de 795,000 personas sufren un infarto cerebral.

Sin oxígeno, las células y los tejidos del cerebro se dañan y comienzan a morir en cuestión de minutos.

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Existen tres tipos principales de infartos cerebrales:

  1. El ataque isquémico transitorio (AIT) implica un coágulo de sangre que generalmente se revierte por sí solo.
  2. El evento vascular cerebral isquémico implica un bloqueo causado por un coágulo o una placa en la arteria. Los síntomas y las complicaciones del EVC isquémico pueden durar más que los de un AIT o pueden volverse permanentes.
  3. El evento vascular cerebral hemorrágico es causado por la ruptura o la fuga de un vaso sanguíneo que se filtra hacia el cerebro.

RECUERDA: Un infarto cerebral requiere atención médica inmediata. Si crees que tú u otra persona está teniendo un EVC, llama al 911 o a los servicios de emergencia locales de inmediato. El tratamiento oportuno es clave para prevenir los siguientes resultados:

  • Daño cerebral
  • Discapacidad a largo plazo
  • Muerte

 

Fuente: Healthline