Un ataque isquémico transitorio, usualmente llamado AIT o mini evento vascular cerebral, ocurre cuando el flujo de sangre hacia el cerebro se bloquea temporalmente.

Los síntomas son similares a los de un derrame cerebral completo. Sin embargo, por lo general son temporales y desaparecen después de unos minutos u horas, cuando la obstrucción desaparece y se restablece el flujo de sangre.

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Un coágulo sanguíneo es la causa más común de un AIT. Si bien técnicamente no se clasifica como un derrame cerebral a plenitud, un AIT sirve como una advertencia de que puede ocurrir un infarto cerebral real. Por ello, es mejor no ignorarlo. Busca el mismo tratamiento que recibirías para un derrame cerebral importante y busca ayuda médica de emergencia a la brevedad.

De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), más de un tercio de las personas que experimentan un AIT y no reciben tratamiento tendrán un infarto cerebral importante en el transcurso de un año. Cabe destacar que del 10 al 15 por ciento de las personas que experimentan un AIT sufren un derrame cerebral importante dentro de los 3 meses posteriores.

 

Fuente: Healthline