Cuando se detectan afecciones cardíacas en el útero, mediante un ecocardiograma fetal o inmediatamente después de que nazca un bebé durante un examen de rutina, sin duda es un momento aterrador para los nuevos padres.
«Si te convertiste o te convertirás en mamá o papá y te dijeron que tu bebé debe ser evaluado por un cardiólogo pediátrico, quizás no parezcan buenas noticias», señaló Mitchel Alpert, director de cardiología pediátrica en el Hospital Infantil K. Hovnanian (Estados Unidos). «Pero la verdad es que las afecciones cardíacas pediátricas más comunes no son motivo de preocupación y muchas se resuelven por sí solas».
Entre los obstetras, el monitoreo fetal y los cardiólogos pediátricos, estas cinco afecciones cardíacas principales generalmente se detectan con suficiente anticipación para que los bebés, y los padres, reciban la mejor atención posible.
1. Soplos cardíacos
Un soplo cardíaco es el sonido de la sangre que fluye a través del corazón. Muchas veces, esto es simplemente un flujo normal que es audible para el examinador. “Este es el elemento número uno por el que se llama a los cardiólogos pediátricos para consultas”, mencionó Alpert. «Y la mayoría de las veces el problema se resuelve solo».
2. Arritmias
Una arritmia es cualquier cambio en el ritmo regular de los latidos del corazón, como aquellos que son demasiado rápidos, demasiado lentos o intermitentes. Muchas arritmias en los niños ocurren de forma aislada e inofensiva, y no requieren tratamiento. “Vemos arritmias cardíacas con regularidad”, aseguró Alpert. «Por lo general, se detectan en el útero, pero les damos seguimiento a estos pacientes con chequeos regulares para asegurarnos de que el problema se resuelva por sí solo».
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3. Cianosis
La cianosis es el término médico para indicar un color azulado de la piel y de las membranas mucosas, que a veces se debe a un nivel insuficiente de oxígeno en la sangre. La cianosis puede ser evidente al nacer debido a la presencia de una malformación cardíaca que permite que la sangre que no está completamente oxigenada ingrese a la circulación arterial. Puede alertar sobre un problema del corazón o los pulmones.
4. Defecto cardíaco congénito
Aproximadamente, uno de cada cuatro bebés que nacen con un defecto cardíaco tiene una enfermedad cardíaca congénita crítica, así lo señalan los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC). Los bebés con cardiopatías congénitas graves pueden necesitar cirugía u otros procedimientos durante el primer año de vida.
5. Labio leporino / paladar hendido
Las anomalías cardíacas son uno de los trastornos congénitos más comunes asociados con pacientes que padecen labio leporino y paladar hendido. «Estas anomalías pueden provocar problemas cardíacos», apuntó Alpert. «Pero los padres deben estar seguros de que estamos al tanto de evaluar a estos bebés lo antes posible».
RECUERDA: Si alguien de tu familia, especialmente un padre o un hermano, padece una enfermedad cardíaca conocida o una afección del corazón, un cardiólogo pediátrico también evaluará al paciente. “Por lo general, esto es algo que conocemos de antemano, pero siempre verificamos a cualquier persona con antecedentes familiares”, indicó Alpert.