La revista Nature publicó esta semana una nota sobre una investigación que ha descubierto que las células de la piel humana tienen un ritmo propio. Se trata de un ciclo de 24 horas que según señala la publicación podría protegerlas del daño provocado por el sol.
Salvador Aznar Benitah, del Centro de Regulación Genómica de Barcelona, España, analizó con sus colegas a horas determinadas cultivos de células madre de la piel, que contenían el mismo material genético. Lo que encontraron es que los genes relacionados con “el reloj biológico” tenían actividad por “olas” durante las 24 horas del día.
Por ejemplo, los picos de actividad de los que se encargan de proteger al DNA en contra del daño que provoca el sol tienen más actividad durante las horas del día,ya que son las que participan en la replicación y crecimiento celular. Mientras que los genes que hacen que las células madre se especialicen tienen más actividad durante el anochecer y la noche.
Según las conclusiones de este estudio, las interrupciones en este reloj interno podrían conducir al envejecimiento prematuro.
Vía: Nature