A medida que tu bebé se convierta en un experto de los alimentos sólidos y se vaya acercando al año, o incluso a sus dos primeros años de vida, intenta incorporar poco a poco estos seis vegetales a su dieta:
1. Brócoli
Con abundantes micronutrientes y compuestos que combaten el cáncer, el brócoli es un vegetal extremadamente saludable para personas de todas las edades.
Nutre a tu bebé con este superalimento crucífero. Sírveselo solo al vapor o asado, o agrégalo a platos de pasta, papas horneadas con queso o sopas enfriadas a temperatura ambiente.
2. Coliflor
¿A tu pequeño le han brotado algunos dientes? ¡Ahora es el momento de probar la coliflor cocida! La textura gruesa de esta verdura en puré (o asada y machacada) ofrece el nivel justo de desafío para los nuevos masticadores.
3. Calabacitas
Cuando lleguen los meses de verano, aprovecha la cosecha abundante de calabacitas y dáselas a comer a tu bebé. Las calabacitas verdes y amarillas ofrecen un sabor suave y nutrientes como manganeso, potasio y vitamina A.
Sírveselas a tu bebé cocidas, ya sea en trocitos o preparadas como espirales, en salsa o caldo de jitomate, o en rodajas finas y salteadas con un poco de aceite de oliva.
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4. Jitomates
En poco tiempo, es probable que tu hijo(a) coma todo tipo de alimentos a base de jitomate como pizza y espaguetis con salsa marinara. Por ahora, ayúdalo(a) a comenzar con la versión fresca y entera sirviéndoles jitomates en trozos finamente picados.
El amplio contenido de agua para la hidratación más vitaminas C y A aumentan el valor de los jitomates como un primer vegetal saludable.
5. Cebollas
Debido a su sensación picante, es posible que evites alimentar a tu bebé con cebollas. Pero estos alium aromáticos pueden ser una excelente manera de agregar sabor a la dieta del bebé sin sodio ni nada artificial. Prueba las cebollas cocidas en cazuelas o mezcladas con otras verduras.
6. Betabel (remolacha)
Seremos honestos: el betabel es un gusto adquirido. Dicho esto, puedes hacerlo más tentador para el bebé preparando puré de remolacha cocida con frutas como arándanos o cerezas.
Los pigmentos de estas mezclas de colores pueden dejar al bebé con un «bigote» rojo de betabel, pero el alto contenido de ácido fólico, manganeso y fibra de este vegetal bien vale la pena.
Vía: Healthline
