Las uñas protegen los tejidos de los dedos y pueden convertirse en un buen indicador de la salud general. Están formadas por capas de una proteína endurecida (llamada queratina) que también se encuentra en el cabello y en la piel.
Las uñas saludables suelen ser lisas y de color uniforme, pero, además, es importante que las ayudes a mantenerse fuertes y con una buena apariencia.
Para lograrlo, la Academia Americana de Dermatología ofrece algunos consejos.
Tratar tus uñas con cuidado y evitar usarlas como “herramientas”.
Asegúrate de que siempre estén secas y limpias.
Recórtalas de manera correcta, esto significa que deben cortarse en una línea recta con las puntas ligeramente redondeadas. Usa tijeras especiales para este propósito y que estén bien afiladas o, bien, utiliza un cortaúñas.
Límalas con una lima de cartón.
Es fundamental que evites morderlas, así como cortar las cutículas.
Es recomendable que las mantengas cortas; sin embargo, si te son difíciles de cortar intenta sumergirlas en una solución de agua tibia con sal durante 10 minutos.
Si tienes algún padecimiento, como una infección, es necesario que consultes con un especialista sobre el tratamiento adecuado, en el caso de una uña enterrada, por ejemplo, no es bueno que intentes sacarla por ti mismo.
En el caso de las uñas de tus pies, no olvides usar sandalias especiales para proteger, tanto tus pies como las uñas, en los espacios públicos como albercas, vestidores o baños.
Vía: HealthDay News y MedlinePlus