¿Acabas de enterarte que tienes depresión?

La depresión es la enfermedad psiquiátrica más común entre los seres humanos

Depresión es un término que quizá te asuste, y te sientas perdido en un terreno que desconoces por completo. Pero no te preocupes, el conocimiento de todos los aspectos y detalles, el tomar tus tratamientos como una simple rutina y el ser positivo, minimizarán este sentimiento y panorama que en este momento inicial puede parecerte difícil de manejar.

La depresión es, probablemente, la enfermedad que está extendiéndose con mayor amplitud a lo largo del mundo, en el presente siglo. Quienes la padecen, se sienten infelices, fatigados, sin sentido de vida y con distrés elevado – falta de comodidad con uno mismo.

La estadística mundial es alarmante.

Aunque la depresión es más común en mujeres que en hombres, la muerte por suicidio a causa del padecimiento de esta enfermedad es significativamente mayor en hombres. Además, es más difícil diagnosticarla en ellos, ya que culturalmente están menos acostumbrados a validar y exteriorizar lo que sienten, se quejan menos del sufrimiento emocional y pedir ayuda.

La depresión es la enfermedad psiquiátrica más común entre los seres humanos y es la razón principal por la cual no disfrutas la vida. En términos prácticos estar deprimido implica presentar una infelicidad clara y concreta.

Depresión no es igual a tristeza, aunque este sentimiento sea muy común durante la enfermedad. Es importante diferenciar esto ya que estar triste es normal, es un sentimiento reactivo a alguna situación, pero estar deprimido implica pérdida del sentido vital y un nivel alto de desesperanza.

Todos los deprimidos están tristes, sin embargo, no todos los que se sienten tristes están en depresión.

Recuerda que nuestra felicidad depende no de lo que nos sucede sino de nuestra actitud frente a ello. Por eso es que vemos personas que, teniendo todo para ser feliz, es amargada; y a personas con muchos problemas, que son verdaderos propagadores de alegría.

Existen 5 puntos clave como condición para alcanzar el enriquecimiento interior:


CONOCIMIENTO DE LA SITUACIÓN


Mientras más conozcas sobre lo que está sucediendo en tu cuerpo y el porqué de tu tratamiento, tu actitud será más segura, tranquila y responsable, es decir, efectiva.


ACEPTACIÓN


Cuando uno ha aceptado una situación, por difícil que ella sea, su postura psicológica ha dejado atrás la nulificación sensación de rebeldía para empezar a construir con los pocos o muchos elementos que se tiene para ello.


PARTICIPACIÓN


Quien mejor conoce tu cuerpo, tus emociones y tus experiencias eres tú mismo. La recuperación óptima viene de una cooperación médico-paciente. Pregunta lo que no hayas comprendido, informa sobre tus experiencias y tus opiniones, para un mejor cuidado de tu persona. Si tienes alguna sugerencia que hacer, coméntala con confianza. Es posible que tu doctor no haya pensado en eso y tal vez ello sirva incluso para otros pacientes.


ACTITUD POSITIVA


Si tuviéramos que resumirla, tal vez con este ejemplo lo lograríamos: Eran dos presos que veían por la misma ventana. Uno de ellos se asomaba y a través de ella sólo miraba el lodo que se encontraba a sus pies, mientras el otro, cuando por sus rejas sacaba la cabeza, procuraba sólo mirar las estrellas. Haz tú lo mismo. Pon siempre atención en las estrellas de tu vida, no te concentres en el lodo que en ella puede haber.


PROYECCION DE ESTA NUEVA RIQUEZA INTERIOR HACIA LOS QUE NOS RODEAN


Todo lo que nos guardamos egoístamente sólo para nosotros, sin compartirlo con los demás, a la larga se vuelve infecundo, dejándonos una sensación de insatisfacción personal. Esto, que sucede con los bienes materiales, con los conocimientos, etc., pasa en mayor proporción en el terreno de los bienes espirituales, de la riqueza interior que todos llevamos dentro y que podemos dar a los demás.

Una vez que hayas conquistado estos cinco puntos, lograrás una felicidad mucho más real y profunda de lo que has conocido hasta ahora.

Recuerda que el resultado final no depende de tu médico, ni de tu familia o amigos, sólo depende de ti.

¿Qué es la depresión?

Estar deprimido implica la pérdida del sentido vital, y un nivel alto de desesperanza.

La depresión es una enfermedad que afecta la esfera física, emocional, intelectual, espiritual y social de quien la padece.

Es un problema de salud, no un problema de voluntad.

El origen de un estado depresivo es multifactorial, pero existen ciertos factores predisponentes para que ocurra. Estos factores son biológicos, psicológicos y sociales.

  • • Las causas físicas tienen que ver con la herencia genética, alteraciones hormonales o de la química cerebral.
  • • Los factores psicológicos tienen que ver con rasgos de personalidad, pérdidas, procesos de duelo y crisis circunstanciales o de desarrollo, por ejemplo, la adolescencia, la “llegada de los cuarenta”, la menopausia o la etapa de la jubilación.
  • • Las causas sociales frecuentemente están relacionadas con dinámicas familiares disfuncionales, haber sido víctima de algún tipo de abuso sexual, físico o psicológico, haber experimentado eventos traumáticos, la experiencia constante de algún tipo de incertidumbre, por ejemplo, económica o de seguridad (ciudades violentas o con altos índices de criminalidad), algún complejo por una discapacidad física o vivir en un ambiente hostil con constante agresión.

Así, la depresión es un conjunto de signos y síntomas que afectan de manera significativa nuestro bienestar y nuestra interrelación con el medio ambiente.

Depresión no es igual a tristeza. Es importante diferenciar esto, ya que estar triste es normal, es un sentimiento reactivo a alguna situación; pero estar deprimido implica la pérdida del sentido vital, y un nivel alto de desesperanza.

Pero la depresión es un infierno que no dura para siempre. Todo termina por pasar. La depresión es curable.

Síntomas de la depresión

Existen cinco áreas dentro de las cuales puedes identificar tus propios síntomas clínicos depresivos.

A. TRASTORNOS DE LA ESFERA DE LA AFECTIVIDAD

Las emociones se ven seriamente afectadas en un cuadro depresivo, por lo que los sentimientos se convierten en la brújula o el radar de cómo percibimos la vida. Para que esta área se considere afectada, se pueden presentar cuatro o más de los siguientes síntomas:

Indiferencia afectiva
Melancolía
Tristeza
Inseguridad
Pesimismo
Miedo
Ansiedad
Irritabilidad

B. TRASTORNOS DE LA ESFERA INTELECTUAL

Ante la depresión, no sólo se ve afectado lo que sentimos, sino también lo que pensamos; tanto de nosotros mismos como del medio ambiente. El acceso a la información, y su manejo, se ven mermados. Los pensamientos se vuelven negativos, y son indicadores de que percibimos el mundo a través de un crisol oscuro y temeroso.

Para diagnosticar esta área como afectada, es necesario que se presenten tres o más de los siguientes síntomas:

Sensopercepción disminuida (Distracción constante, y sensación de torpeza en la destreza intelectual.)
Trastornos de la memoria (Dificultad para la evocación de datos, sobre todo de la memoria a corto plazo.)
Disminución de la atención
Disminución de la comprensión
Ideas de culpa o fracaso
Ideación suicida
Pensamiento obsesivo

C. TRASTORNOS EN LA ESFERA DE LA CONDUCTA

Además de lo que sentimos y pensamos, la depresión nos afecta en la manera en que actuamos y nos comportamos. Para que esta área sea diagnosticada como severamente afectada, deben presentarse dos o más de los siguientes síntomas:


Actividad disminuida – Sensación de fatiga constante y falta de energía en la vida cotidiana. Puede manifestarse también en un cierto descuido del aseo personal.
Productividad disminuida – Bajo rendimiento en el trabajo, en la vida académica, o en actividades relacionadas con las obligaciones diarias.
Comportamiento suicida – Consiste en acciones impulsivas que pueden tener como consecuencia un accidente imprudencial.
Deseo de evasión de la realidad – Es muy común, entre los que sufren de depresión, la ingestión de bebidas alcohólicas y/o otras drogas, que los aleje del dolor.
Disminución de la libido – Debilitamiento o desaparición del deseo sexual.
Cefalea tensional – Dolor de cabeza o de los músculos de la nuca y los hombros.

D. TRASTORNOS SOMÁTICOS

Estos síntomas implican manifestaciones físicas de incomodidad, que podrían parecer síntomas de alguna otra enfermedad. Para que esta esfera se vea afectada, se deben presentar tres o más de los siguientes síntomas: