Muchos medicamentos de uso común tienen efectos anticolinérgicos, lo que significa que bloquean la acción de la acetilcolina (un neurotransmisor ampliamente distribuido en el sistema nervioso central). Las células nerviosas liberan acetilcolina para transmitir impulsos a otros nervios en el cerebro y en todo el cuerpo.
Investigaciones anteriores han demostrado un vínculo entre estos medicamentos y la demencia. Ahora, un estudio reciente publicado en la revista Neurology descubrió un vínculo similar con el deterioro cognitivo leve (DCL), especialmente si tomas dosis más grandes.
Algunos medicamentos están diseñados para bloquear la acetilcolina a propósito, como los que se usan para la incontinencia urinaria. Pero, con más frecuencia, la acción anticolinérgica es un efecto secundario de los medicamentos que se toman para tratar afecciones como alergias, resfriados y depresión.
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Para el trabajo, los investigadores reclutaron a 688 adultos con una edad promedio de 74 años, quienes no tenían problemas cognitivos. Todos recibieron pruebas cognitivas anuales hasta por 10 años. Aquellos que tomaban regularmente al menos un medicamento anticolinérgico mostraron un 47% más probabilidades de sufrir DCL, a menudo un precursor de algún tipo de demencia como la enfermedad de Alzheimer, en comparación con aquellos que no tomaban los medicamentos.
Las dosis más altas también parecen estar asociadas con un mayor riesgo de desarrollar DCL. Aproximadamente el 75% del grupo tomó de dos a cuatro veces más que la cantidad mínima recomendada. Con base en estos hallazgos, los investigadores destacaron la importancia de que los adultos mayores revisen regularmente sus medicamentos con sus médicos y estén conscientes de seguir las dosis adecuadas.