La fibrilación auricular (FA) es un trastorno del ritmo cardiaco en el que el corazón late de manera rápida y desordenada, lo que aumenta el riesgo de formar coágulos (también llamados trombos) dentro del corazón, que al salir hacia la circulación sanguínea aumentan el riesgo hasta cinco veces de causar infartos cerebrales o accidentes cerebro vasculares (ACV).
Por dicha razón los cardiólogos recomiendan clasificar a los pacientes que presentan FA en riesgo moderado y riesgo alto para presentar ACV según algunas escalas establecidas. Los pacientes que caen dentro de la categoría de riesgo alto deben de recibir medicamentos llamados anticoagulantes que disminuyen los trombos y con eso el riesgo de presentar un ACV. Numerosos estudios muestran los beneficios de este tipo de terapia en los pacientes con FA a largo plazo, a pesar de los potenciales riesgos.
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Sin embargo, en un estudio reciente realizado en Estados Unidos se encontró que menos de la mitad de los pacientes que tendrían indicado tratamiento con un anticoagulante, lo recibían. Estos hallazgos son sorprendentes ya que muchos de los pacientes sin profilaxis (conjunto de medidas que se toman para proteger o preservar de la enfermedad) fueron tratados por médicos cardiólogos que deberían de conocer mejor las guías de FA.
Se siguieron durante 4 años (de 2008 a 2012) a más de 420,000 pacientes con FA, con una edad promedio de 71 años, se clasificó su riesgo de ACV y se comparó con el número de medicamentos recetados. Se encontró que únicamente el 45 por ciento de los pacientes recibían este manejo, otro porcentaje recibió tratamiento con aspirina que aunque tiene un efecto también en diluir la sangre, no tiene efecto en el riesgo de trombos intracardiacos. Se observó que mientras más puntos en las escalas, la posibilidad de recibir manejo anticoagulante era mayor, aun así un porcentaje importante se quedó sin prevención.
Antes el único medicamento oral para anticoagular era la warfarina, pero ahora han salido recientemente al mercado nuevos anticoagulantes orales. Estos medicamentos no deben de tomarse sin la indicación de un médico ya que tienen algunos efectos secundarios que pueden llegar a ser graves como sangrado.
Vía: Intramed
