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Las personas con diabetes poseen un mayor riesgo de COVID-19, pero a pesar de los peligros, es posible que eviten los embates de esta infección si siguen las medidas de precaución necesarias y el tratamiento recetado por sus médicos de cabecera.

Ahora, gracias a una nueva investigación publicada en la revista Diabetes Care, surgen buenas noticias para quienes padecen diabetes tipo 2, ya que el medicamento metformina (comúnmente recetado en estas personas) podría tener un efecto secundario positivo e inesperado, pues tomarlo parece mostrar una disminución significativamente más lenta en el pensamiento y la memoria conforme envejecen estos pacientes.

«Nuestro estudio de seis años que evaluó a adultos mayores con diabetes tipo 2 descubrió un vínculo entre el uso de metformina y un deterioro cognitivo [mental] más lento, así como tasas más bajas de demencia», señaló la doctora Katherine Samaras, autora del estudio y líder del ramo de investigación sobre envejecimiento saludable en el Instituto Garvan de Investigación Médica, en Nueva Gales del Sur, Australia.

«Los hallazgos brindan nuevas esperanzas respecto a una vía para reducir el riesgo de demencia en las personas con diabetes tipo 2 y, posiblemente, en las que no tienen diabetes», indicó Samaras.

La metformina ayuda al cuerpo a utilizar la hormona insulina de forma más eficaz. Se conoce como sensibilizador a la insulina. Recordemos que la insulina ayuda a transportar el azúcar hacia las células del cuerpo para que se utilice como combustible. Las personas con diabetes tipo 2 no usan la insulina de manera eficaz, lo que se conoce como resistencia a la insulina.

«La metformina es un medicamento que sensibiliza a la insulina. Sin embargo, posee otros efectos en las células que les permiten permanecer metabólicamente saludables», explicó Samaras.

Según la especialista, los expertos creen que la diabetes tipo 2 o la resistencia a la insulina pueden desempeñar un papel en la degeneración de los tejidos nerviosos y cerebrales, además de provocar cambios dañinos en los vasos sanguíneos. Al aumentar la eficacia de la insulina en el cuerpo, la metformina puede ayudar a contener parte de este daño.

El estudio dio seguimiento a más de 1,000 personas de entre 70 y 90 años durante seis años. Al inicio del trabajo, todos los voluntarios vivían en casa y no tenían signos de demencia. Se sometieron a una serie de pruebas neuropsicológicas cada dos años.

De todos los participantes, 123 tenían diabetes y 67 estaban tomando metformina.

Las personas con diabetes que no tomaron metformina tuvieron un riesgo cinco veces mayor de desarrollar demencia durante el estudio, encontraron los investigadores.

Cabe destacar que este no es el primer estudio que muestra que la metformina podría estar relacionada con un menor riesgo de demencia. Otros estudios han encontrado una asociación similar. Los autores tenían como objetivo observar si el medicamento marcaba una diferencia en la disminución de la memoria y el pensamiento en un grupo de personas mayores.

Samaras y sus colegas ahora están planeando un ensayo clínico controlado aleatorio de tres años, en donde administrarán metformina a personas que no tienen diabetes pero sí un alto riesgo de desarrollar demencia.

«Nuestro estudio ha otorgado evidencia inicial prometedora de que la metformina puede proteger contra el deterioro cognitivo. El nuevo ensayo revelará si la metformina puede ayudar a prevenir el deterioro cognitivo en las personas mayores de manera más amplia», refirió.

La metformina es un fármaco económico y tiene pocos efectos secundarios, resaltó Samaras. Los efectos secundarios, como los problemas digestivos, generalmente ocurren durante las primeras semanas que se toma el medicamento y luego desaparecen.

 

Vía: Health Day News