Dos informes emitidos por científicos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), publicados en la revista semanal Morbidity and Mortality Weekly Report, dieron a conocer que la COVID-19 puede afectar gravemente a las mujeres embarazadas.
Con base en lo anterior, los funcionarios de los CDC hicieron un llamado a las mujeres embarazadas y a los proveedores de atención médica para que estén conscientes de los riesgos de la COVID-19 grave, que incluyen complicaciones durante el parto.
Diagnosticar COVID-19 durante las hospitalizaciones por parto es importante para comenzar a tomar medidas que protejan a las mujeres, los recién nacidos y otras personas, indicaron los investigadores.
Para el primer informe, los investigadores evaluaron a casi 600 mujeres embarazadas con COVID-19 que fueron hospitalizadas en 13 estados estadounidenses entre marzo y agosto.
De ellas, el 54.5% no presentó síntomas cuando ingresaron al hospital. Sin embargo, el 16% terminó en la unidad de cuidados intensivos y el 8.5% requirió un ventilador.
Además, el 2% de las mujeres con y sin síntomas de COVID-19 perdieron el embarazo.
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De 445 embarazos, el 87% fueron nacimientos a término y el 13% fueron prematuros. El 23% de las mujeres sintomáticas dieron a luz antes de tiempo, al igual que el 8% de las mujeres asintomáticas.
Dos recién nacidos murieron durante la hospitalización. Ambos nacieron de mujeres sintomáticas que necesitaban ventilación mecánica invasiva.
En el segundo informe, basado en datos de 105 mujeres en ocho centros de salud entre marzo y mayo, los expertos de los CDC alentaron a las mujeres embarazadas a usar máscaras faciales, lavarse las manos con frecuencia y mantener la distancia social para prevenir la COVID-19. Resaltaron que estas precauciones son especialmente importantes para las mujeres con obesidad o que desarrollan diabetes gestacional.
Asimismo, encontraron que las infecciones por COVID-19 fueron más altas entre las mujeres hospitalizadas con obesidad antes de que se embarazaran, así como en quienes desarrollaron diabetes gestacional.
De estas mujeres hospitalizadas, el 30% ingresó en la unidad de cuidados intensivos, el 14% tuvieron que ser colocadas en ventiladores y solo una murió por COVID-19.
El parto prematuro fue casi un 70% más alto de lo habitual entre estas mujeres y la tasa de muerte fetal fue más de cuatro veces mayor entre las mujeres con COVID-19, descubrió el análisis.
Con base en lo anterior, resulta crucial que las mujeres embarazadas, particularmente aquellas en alto riesgo de COVID-19 por padecer condiciones subyacentes o que desarrollan diabetes gestacional o preeclampsia, refuercen las medidas de prevención y tomen todas las precauciones necesarias con ayuda-asesoría de su ginecólogo obstetra, a fin de evitar complicaciones que puedan poner en peligro la salud, e incluso la vida, tanto de la futura madre como de su bebé.
Vía: Health Day News