Un estudio reciente de la Universidad de California en San Diego apunta que los niños que viven con obesidad tienen una mayor posibilidad de sufrir problemas de salud derivados como hígado graso no alcohólico que aumenta el riesgo de desarrollar hipertensión arterial.
Para el estudio fueron incluidos 484 niños que presentaron hígado graso no alcohólico cuyas edades se encuentran entre los 2 y los 17 años de edad a quienes se les midió la presión arterial al inicio del estudio y a las 48 semanas. Cerca del 36 por ciento de los niños tenía la presión arterial alta al inicio del estudio, un 21 por ciento de los niños tenía niveles elevados de presión arterial casi un año después, esto es el doble que los niños con un peso normal.
Adicionalmente los investigadores encontraron que en comparación con los varones, las niñas con hígado graso eran más propensas a tener una presión alta persistente.
Jeffrey Schwimmer, del Departamento de Pediatría de la Universidad de California en San Diego subrayó que los niños que viven con obesidad tienen mayor riesgo de sufrir ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
El experto subrayó que la hipertensión es la principal causa de muerte e incapacidad en los adultos en el mundo, pero la mayor parte del origen de este padecimiento se produce durante la infancia y el hígado graso es la principal causa de enfermedad hepática en los niños.
Los expertos subrayan que hoy en día no existen tratamientos específicos para niños que padecen hígado graso, pero si hay tratamientos para tratar la hipertensión, los especialistas creen que controlando la presión arterial se podrían tener efectos positivos para combatir el hígado graso y con esto prevenir la enfermedad cardiovascular prematura.
En caso de tener un hijo que vive con obesidad lo mejor para prevenir cualquier problema de salud futura es recomendable cambiar su estilo de vida y llevarlo con un especialista para diseñar un tratamiento enfocado a perder peso.
Vía: Infosalus
