La ciencia acaba de darnos una razón más para sacar a nuestros hijos del sillón, pues de acuerdo con un estudio reciente publicado hoy en la revista European Respiratory Journal, los niños que están en forma tienen pulmones más sanos más adelante en la vida.
«Este estudio muestra que los niños que están en buena forma física tienen una mejor función pulmonar que los adultos jóvenes», afirmó el investigador principal Bob Hancox, especialista en respiración de la Universidad de Otago, en Nueva Zelanda. «Creemos que esto podría reducir el riesgo de que desarrollen enfermedades pulmonares crónicas a medida que envejecen».
Las enfermedades pulmonares crónicas, incluida la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), son una de las principales causas de enfermedad en todo el mundo, subrayan los investigadores.
Este estudio incluyó a más de 1,000 participantes en Nueva Zelanda y a más de 1,300 en Dinamarca. Los neozelandeses analizaron sus niveles de condición física y función pulmonar a los 15, 26, 32 y 38 años. Se realizaron evaluaciones similares en Dinamarca a los 9, 15, 21 y 29 años.
Los investigadores descubrieron que los niños que estaban más en forma tenían una mejor función pulmonar. Además, cuanto más mejoraba su condición física durante la infancia, mayor era su capacidad pulmonar en la edad adulta. Los hallazgos fueron más fuertes en los hombres que en las mujeres.
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«No sabemos por qué la función física y la función pulmonar están relacionadas, pero una explicación podría ser que las personas que están más en forma tienen una mejor fuerza muscular respiratoria así como otro tipo de fortalecimiento muscular», indicó Hancox.
Los investigadores continuarán evaluando la condición física y la función pulmonar de los participantes conforme vayan envejeciendo.
«Necesitamos seguir estudiando a estas personas para averiguar si la asociación entre la actividad física y la función pulmonar continúa en la adultez posterior. Si lo hace, mejorar y mantener la forma física podría traducirse en reducciones importantes en la enfermedad pulmonar crónica», apuntó Hancox.
Aunque el estudio no pudo establecer una relación directa de causa y efecto, Hancox cree que estos resultados deberían motivar a los padres para que procuren mantener activos a sus hijos, ya sea a través del deporte, el juego, las actividades al aire libre en familia, etc.
«El ejercicio y la actividad física son buenos para nuestros cuerpos, y esto parece ser cierto para nuestros pulmones, así como para otros aspectos de la salud», concluyó.
Así que papá y mamá, ahora ya lo saben, a mantener a los chamacos en forma a través del ejercicio, la actividad física y los hábitos saludables para que tengan pulmones cada día más fuertes y saludables.
Vía: Health Day News