El lunch o almuerzo escolar es fundamental dentro de una dieta de un niño. Si lo comparamos con la alimentación que lleva un adulto, podría equipararse con una colación, aunque su relevancia va más allá. De acuerdo con especialistas, los niños en edad escolar necesitan nutrientes para su crecimiento físico, pero también para alimentar su cerebro y obtener energía; prevenir el sobrepeso, la obesidad, la caries y otras enfermedades.

La Secretaría de Salud recomienda a los padres planificar con antelación el menú de los estudiantes, el cual debe incluir agua simple y potable, frutas, verduras, granos con fibra, proteínas magras, carbohidratos y productos lácteos bajos en grasa.

Para no confundirte, puedes decidir qué alimentos incluir con ayuda de la pirámide de alimentos. En la base, aparecen los productos que conviene tomar a diario, y en el vértice, aquellos que deberían tomarse ocasionalmente.

  • Base de la pirámide: Carbohidratos (4-6 raciones diarias).
  • Segundo nivel: Frutas (3 raciones diarias) y verduras (2 raciones).
  • Tercer nivel: Proteínas, es decir, carne, pescado, huevos y legumbres (3-4 raciones a la semana).
  • Vértice de la pirámide: Alimentos que se deben consumir ocasionalmente, como dulces o embutidos.

Ejemplo de menú

Pensando que en el desayuno el menor consumió lácteos, cereales y fruta; a media mañana (recreo), debe repetir la fruta. Ésta no debe sustituirse con zumos envasados. En caso de que haya consumido el jugo por la mañana, puede tomar el lácteo durante el almuerzo y acompañarlo con un producto integral.

Si el pequeño va a comer por la tarde —a una hora razonable—, con eso es suficiente a medio día. En caso de que la comida se aleje mucho del desayuno, el lunch debe incluir cereales, proteínas, verduras y agua. No es necesario convertir el almuerzo en una comida pesada. Mezcla los productos y prepara un menú completo y equilibrado.

 

Vía: Notimex