Tratar la desnutrición no involucra solamente comer más, sino comer más alimentos saludables.
Por ello, te dejamos los siguientes consejos prácticos que pueden ayudar a superar algunos de los obstáculos que suelen interferir con una nutrición adecuada:
- Prepara grandes cantidades de alimentos, guisados y sopas, y llena tu congelador con porciones individuales que se puedan recalentar fácilmente.
- Si no te gusta cocinar solo(a), intenta cocinar con un amigo.
- Consulta a un dentista si tienes problemas para masticar.
- Agrega hierbas y especias a tu comida si tienes un sentido del olfato o del gusto reducido.
- Si tienes problemas para tragar, bebe mucho líquido con cada comida. (También informa a tu médico para que pueda trabajar contigo y te ayude a identificar la causa de la dificultad para tragar).
- Si no tienes mucho apetito, come comidas más pequeñas y añade un par de bocadillos nutritivos o batidos sustitutos de comidas durante el día.
- Infórmate sobre las comidas que se ofrecen en los centros para personas mayores o centros religiosos cercanos. Esto puede ayudar con los problemas para comer relacionados con el aislamiento.
Conoce más: 9 factores que hacen a los adultos mayores más propensos a la desnutrición
Pregúntale a tu médico si puedes trabajar con un nutriólogo que tenga experiencia en desnutrición.
Si el acto de cocinar se ha vuelto demasiado difícil, tu médico puede recomendarte un terapeuta ocupacional, que te ayudará a encontrar formas de hacer que la preparación de los alimentos y la hora de la comida sean más fáciles.
Recuerda que tratar la depresión subyacente, si está presente, también puede ayudar a mejorar el apetito.
Fuente: Harvard Medical School