El ayuno intermitente se ha convertido en una estrategia popular para mejorar la salud y controlar el peso. Esta práctica consiste en alternar períodos de alimentación con períodos de ayuno, lo que puede traer efectos positivos en el metabolismo.

1. Regulación de la insulina y el azúcar en sangre

Durante el ayuno, los niveles de insulina disminuyen, lo que favorece la quema de grasa y reduce el riesgo de resistencia a la insulina. Esto puede ser beneficioso para personas con prediabetes o que buscan mejorar su sensibilidad a la insulina.

2. Aumento de la quema de grasa

El ayuno intermitente promueve la lipólisis, el proceso en el que el cuerpo utiliza la grasa almacenada como fuente de energía. Al reducir los niveles de insulina y agotar el glucógeno, el cuerpo recurre a las reservas de grasa, lo que favorece la pérdida de peso.

3. Impacto en la tasa metabólica

Algunas investigaciones sugieren que el ayuno intermitente puede aumentar la tasa metabólica temporalmente, ayudando al cuerpo a quemar calorías de manera más eficiente. Sin embargo, ayunos prolongados o mal planificados pueden reducir el metabolismo.

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4. Protección de la masa muscular

A diferencia de las dietas muy restrictivas, el ayuno intermitente bien estructurado puede ayudar a preservar la masa muscular, siempre que se mantenga un consumo adecuado de proteínas y actividad física.

5. Efectos en la longevidad y la salud celular

El ayuno intermitente estimula la autofagia, un proceso en el que el cuerpo elimina células dañadas y regenera tejidos, lo que se ha asociado con beneficios para la longevidad y la reducción del riesgo de enfermedades crónicas.

Si bien el ayuno intermitente tiene múltiples beneficios metabólicos, es importante adaptarlo a cada estilo de vida y necesidad individual. Consultar a un profesional de la salud es clave para implementarlo de manera segura.

 

Fuente: National Institutes of Health (NIH)