El entorno en el que vivimos puede modificar nuestras necesidades nutricionales. Ya sea en zonas de calor extremo, frío intenso o gran altitud, el cuerpo realiza ajustes fisiológicos que demandan una alimentación adecuada para mantener el equilibrio y el rendimiento físico. ¿Cómo alimentarse en climas extremos?
1. Alimentación en climas calurosos
En ambientes con temperaturas elevadas, el cuerpo pierde agua y electrolitos a través del sudor. Por eso, la hidratación es fundamental. Se recomienda aumentar el consumo de líquidos, frutas frescas, verduras crudas y alimentos con alto contenido de agua como sandía, pepino y melón.
También es importante evitar comidas muy pesadas o altas en grasa, ya que generan mayor producción de calor durante la digestión. En su lugar, conviene optar por platos ligeros, frescos y de fácil digestión.
2. Alimentación en climas fríos
En bajas temperaturas, el cuerpo gasta más energía para mantenerse caliente. Por ello, se recomienda aumentar la ingesta calórica moderadamente, priorizando alimentos ricos en grasas saludables (aguacate, nueces, semillas) y carbohidratos complejos como legumbres, avena o arroz integral.
Las sopas calientes, caldos nutritivos y preparaciones cocidas no ayudan a mantener la temperatura corporal, al tiempo que favorecen una digestión más eficiente en estas condiciones.
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3. Alimentación en zonas de altitud
En altitudes elevadas, la menor disponibilidad de oxígeno y las condiciones ambientales pueden reducir el apetito, causar deshidratación y afectar la digestión. Por eso, es crucial mantener una alimentación rica en antioxidantes, hierro y calorías de calidad.
Frutas, verduras coloridas, legumbres y cereales integrales ayudan a combatir el estrés oxidativo. Además, se recomienda reducir el consumo de sal y beber agua constantemente para prevenir la deshidratación, muy común en estas zonas.
Una nutrición adecuada en condiciones climáticas extremas no sólo previene el malestar físico, también ayuda al cuerpo a adaptarse mejor a su entorno y a mantener el bienestar general. Si tienes dudas, consulta a un profesional de la salud.
Fuente: Food and Agriculture Organization of the United Nations (FAO)