Cuando la rutina es intensa, la comida rápida parece la opción más conveniente, pero su consumo frecuente puede afectar la salud. Planificar y tener alternativas prácticas te ayudará a evitarla sin complicaciones.

1. Planifica con anticipación

Dedica unos minutos a organizar tus comidas y snacks. Preparar alimentos en casa y llevar opciones saludables evita caer en elecciones poco nutritivas.

2. Lleva snacks saludables

Frutos secos, yogur natural, fruta fresca o barras de avena caseras pueden mantenerte saciado y reducir el impulso de comprar comida rápida.

3. Opta por comidas fáciles de preparar

Las ensaladas con proteínas, wraps de vegetales o platos con quinoa y legumbres son opciones rápidas, nutritivas y fáciles de transportar.

4. Aprende a elegir mejor

Si debes comer fuera, busca opciones con proteínas magras, vegetales y cereales integrales. Evita frituras, salsas cremosas y bebidas azucaradas.

5. Mantente hidratado

Muchas veces, la sensación de hambre es en realidad sed. Llevar una botella de agua contigo te ayudará a evitar antojos innecesarios.

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Con pequeños cambios en la rutina, es posible evitar la comida rápida sin complicaciones. La clave está en la planificación y en elegir opciones más saludables cuando el tiempo es limitado.

 

Fuente: Academy of Nutrition and Dietetics