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La relación entre la comida y el ejercicio es crucial para el rendimiento físico y el bienestar general. Aquí hay algunos consejos para optimizar tu alimentación antes, durante y después del ejercicio.

1. Desayuna de forma saludable

  • Levántate lo suficientemente temprano si planeas hacer ejercicio por la mañana.
  • Consume carbohidratos para obtener energía. Buenas opciones incluyen cereales integrales, frutas, yogur y pan integral.

2. Controla el tamaño de la porción

  • Evita comer demasiado antes del ejercicio para prevenir la sensación de pesadez.
  • Las comidas grandes deben consumirse al menos 3-4 horas antes del ejercicio.
  • Las comidas pequeñas o refrigerios son ideales 1-3 horas antes del ejercicio.

3. Come buenas colaciones

  • Si vas a hacer ejercicio durante más de 60 minutos, considera un refrigerio antes o durante el ejercicio.
  • Algunas opciones incluyen barritas energéticas, frutas frescas, yogur y bebidas deportivas.

4. Come después de hacer ejercicio

  • Ingiere una combinación de carbohidratos y proteínas dentro de las 2 horas posteriores al ejercicio para ayudar en la recuperación muscular.
  • Algunas opciones incluyen yogur con frutas, sándwich de mantequilla de maní y batidos de frutas.

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5. Bebe adecuadamente

  • Mantente hidratado antes, durante y después del ejercicio.
  • Bebe agua antes del ejercicio y considera una bebida deportiva si el ejercicio dura más de 60 minutos.

Permite que la experiencia sea tu guía. Presta atención a cómo te sientes durante el ejercicio y ajusta tu alimentación en consecuencia.

Recuerda que mantener una nutrición equilibrada antes, durante y después del ejercicio es fundamental para optimizar el rendimiento y promover la recuperación muscular. 

 

Fuente: Mayo Clinic