Llevar a cabo estrategias simples como reducir la ingesta de sodio y minimizar el consumo de azúcares refinados agregados, así como de grasas saturadas, puede ayudar a prevenir enfermedades asociadas con la dieta y promover el bienestar general. Sin embargo, las personas con afecciones médicas como diabetes, hipertensión y enfermedades cardíacas y renales pueden beneficiarse de recomendaciones y pautas más específicas que aborden directamente las dolencias existentes. Los especialistas recomiendan la dieta DASH, que respalda los cambios en el estilo de vida a largo plazo y la adopción de un índice glucémico más bajo, entre otras prácticas.

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En cuanto a la elección de bebidas, la mejor práctica para promover el bienestar es minimizar el consumo de bebidas azucaradas y el alcohol a dos tragos o menos por día para los hombres, o un trago o menos por día para las mujeres. Para fomentar el consumo de agua, tener una botella aislante al vacío libre de BPA, plástico y contaminantes hace que el acceso al agua dulce o al agua fresca casera con perfusión de frutas sea más simple y rentable que comprar agua.

Es más difícil combatir los hábitos poco saludables adquiridos con el tiempo, por lo que educar a las personas desde que son niños sobre dichas estrategias simples de estilo de vida resulta fundamental para mantener su salud y bienestar a futuro.

 

Fuente: UCLA Health