La obesidad es uno de los problemas de salud pública más críticos en México. Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT), más del 70% de la población adulta en México presenta sobrepeso u obesidad. Esta enfermedad es un factor de riesgo significativo para una serie de enfermedades crónicas, que representan una carga considerable para el sistema de salud y la economía del país.

Enfermedades crónicas provocadas por la obesidad

1. Diabetes tipo 2

La obesidad es el principal factor de riesgo para el desarrollo de diabetes tipo 2. Esta condición se caracteriza por la resistencia a la insulina y la hiperglucemia crónica. En México, la prevalencia de diabetes tipo 2 ha aumentado significativamente en las últimas décadas, en paralelo con el aumento de las tasas de obesidad. Las complicaciones de la diabetes incluyen enfermedades cardiovasculares, daño renal, neuropatía y problemas de visión.

2. Enfermedades cardiovasculares

Las personas con obesidad tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, incluyendo hipertensión, enfermedad coronaria y accidentes cerebrovasculares. El exceso de peso corporal contribuye al aumento de la presión arterial, los niveles elevados de colesterol y triglicéridos, y la inflamación crónica, todos factores que incrementan el riesgo de problemas cardíacos.

3. Enfermedad hepática grasa no alcohólica (EHGNA)

La obesidad está estrechamente relacionada con la enfermedad hepática grasa no alcohólica, una condición en la cual el exceso de grasa se acumula en el hígado de personas que consumen poco o nada de alcohol. La EHGNA puede progresar a inflamación hepática (esteatohepatitis no alcohólica), fibrosis hepática, y eventualmente, cirrosis y cáncer de hígado.

4. Osteoartritis

El exceso de peso ejerce una presión adicional sobre las articulaciones, especialmente las rodillas, las caderas y la columna vertebral. Esta presión incrementada puede llevar al desgaste del cartílago articular, provocando osteoartritis, una condición degenerativa que causa dolor, rigidez y pérdida de movilidad. La obesidad no solo aumenta el riesgo de desarrollar osteoartritis, sino que también puede agravar los síntomas en quienes ya la padecen.

5. Apnea del sueño

La apnea del sueño es un trastorno en el cual la respiración se interrumpe repetidamente durante el sueño. La obesidad es un factor de riesgo importante para la apnea del sueño, ya que el exceso de grasa alrededor del cuello puede obstruir las vías respiratorias. La apnea del sueño no tratada puede llevar a somnolencia diurna excesiva, problemas cardiovasculares y un mayor riesgo de accidentes automovilísticos y laborales.

Conoce más: ¿Cuáles son los grados en los que se divide la obesidad?

La obesidad es un problema de salud pública que tiene profundas implicaciones para la salud de la población en México. Es crucial implementar estrategias efectivas para prevenir y tratar la obesidad, promoviendo hábitos de vida saludables.

 

Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos