La medicina culinaria ha evolucionado a partir del creciente interés en la relación de los alimentos, el comer y el cocinar con la salud. Se ha descrito como «un nuevo campo de la medicina basado en evidencia que combina el arte de la comida y la cocina con la ciencia de la medicina».

La medicina culinaria utiliza una dieta personalizada de alta calidad para prevenir y tratar enfermedades y mantener el bienestar. El objetivo es permitir que las personas utilicen alimentos y bebidas de manera segura y eficaz para lograr los resultados de salud deseados.

Usar los alimentos como medicina no es un concepto nuevo y, para algunas afecciones, cambiar los patrones de alimentación puede ser tan eficaz como los medicamentos.

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Se ha demostrado que una dieta antiinflamatoria otorga alivio a quienes padecen artritis reumatoide al igual que la dieta mediterránea, que se centra en el consumo de frutas, verduras, aceite de oliva, legumbres y granos integrales, e incluye menos alimentos ultraprocesados y carne que una dieta occidental típica. Asimismo, es eficaz en la prevención de enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2.

Entonces, ¿podría la medicina culinaria ser una forma efectiva de combatir la obesidad?

«La medicina culinaria es la disciplina de educar y capacitar a las personas para elegir y cocinar alimentos saludables. Sin embargo, al igual que otros métodos de pérdida de peso, cada individuo responderá de manera diferente a este enfoque y, por lo tanto, tendrá diferentes grados de éxito», así lo señala el doctor Mir Ali, cirujano bariátrico y director médico del Centro Quirúrgico de Pérdida de Peso Memorial Care en el Centro Médico Orange Coast, en Fountain Valley, California.

La clave de su éxito es garantizar que los alimentos saludables sean placenteros y no se vean como un mal sustituto de los alimentos no saludables a los que reemplazan.

 

Fuente: Medical News Today