La obesidad ocurre con el transcurso del tiempo, cuando se ingieren más calorías de las que se queman. Entre los factores que pueden afectar el peso se incluyen la constitución genética, el exceso de comida y el consumo de alimentos ricos en grasas.
Otro factor que puede provocar el aumento de peso es el sedentarismo o la falta de movimiento, situación que suelen enfrentar las personas con alguna discapacidad que dificulte la realización de las actividades cotidianas normales.
Es importante aclarar que discapacidad no significa incapacidad, debido a que no es una enfermedad. La mayoría de las personas con discapacidades pueden trabajar, jugar, aprender y gozar de una vida saludable y plena. Los aparatos para movilidad asistida y la tecnología asistencial pueden hacer más fáciles las tareas diarias.
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¿Cómo prevenir problemas de peso cuando existe una discapacidad?
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), las personas con discapacidades pueden encontrar más dificultades para comer en forma saludable, controlar su peso y mantenerse físicamente activas.
Esto podría deberse a la falta de opciones de alimentos saludables, a la dificultad para masticar o tragar alimentos; a los medicamentos que contribuyen al aumento de peso o cambios en el apetito; a las limitaciones físicas que pueden disminuir la capacidad de hacer ejercicio, entre otros factores.
Recomendaciones
Si padeces alguna discapacidad y quieres cuidar tu peso y salud, te recomendamos:
- Comer más frutas y verduras.
- Limitar los alimentos con alto contenido de grasas y azúcares.
- Beber más agua en lugar de bebidas azucaradas.
- Ver menos televisión.
- Hacer más actividad física, en medida de tus posibilidades.
A decir de la CDC, la evidencia científica muestra que la actividad física regular proporciona beneficios importantes para la salud de las personas con discapacidades. Los beneficios incluyen un mejor estado cardiovascular y de los músculos, una mejor salud mental, un mejor equilibrio y la capacidad para realizar las actividades diarias.
Si tienes dudas o te gustaría aprender a mantener un estilo de vida activo, acércate a un profesional de la salud para que éste pueda recomendarte a los expertos indicados.
Fuente: Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades