El pan ha sido catalogado como un alimento que contribuye al aumento de peso, pero ¿realmente es necesario eliminarlo de la alimentación para mantener un peso saludable? Aquí te explicamos lo que dice la ciencia al respecto.

1. El pan no es el problema, sino su exceso

Como cualquier otro alimento, el pan aporta calorías y nutrientes que pueden formar parte de una dieta equilibrada. El problema surge cuando se consume en exceso o cuando se elige una opción altamente procesada con harinas refinadas y azúcares añadidos.

2. Integral vs. blanco

El tipo de pan que elijas influye en su impacto en la salud:

  • Integral: Rico en fibra, favorece la digestión y brinda mayor saciedad.
  • Blanco: Hecho con harinas refinadas, tiene menos fibra y puede elevar rápidamente los niveles de azúcar en la sangre.

Optar por panes integrales o de masa madre puede ser una mejor alternativa para una alimentación saludable.

Conoce más: ¿Cómo elegir el mejor pan según sus ingredientes y beneficios?

3. ¿Cuánto pan se puede comer sin afectar el peso?

No hay una cantidad exacta para todos, pero el consumo moderado dentro de una dieta equilibrada no provoca aumento de peso. Lo importante es equilibrar las porciones y acompañarlo con fuentes de proteínas y grasas saludables para evitar picos de glucosa.

4. ¿Cuándo es recomendable evitar el pan?

Si bien este alimento no es dañino por sí mismo, algunas personas pueden necesitar limitarlo en casos como:

  • Diabetes (optar por opciones integrales y controlar las porciones).
  • Intolerancia al gluten o enfermedad celíaca.
  • Dietas específicas para pérdida de peso con restricción de carbohidratos.

En conclusión, el pan no es el enemigo del peso corporal, sino la calidad y cantidad que se consume. En lugar de eliminarlo, es mejor hacer elecciones más saludables y mantener una alimentación balanceada.

 

Fuente: Harvard T.H. Chan School of Public Health