La mayoría de las personas que tienen preobesidad o sobrepeso, es porque acumulan mayores cantidades de energía a través de los alimentos que consumen contra la cantidad de energía que gastan a través de su baja o nula actividad física. Esto significa que la mejor manera de perder peso es hacer cambios viables de larga duración en los hábitos alimenticios y de actividad física.
Si has intentado cambiar tu estilo de vida, pero te resulta muy difícil, visita a un nutriólogo; esto es lo que puedes esperar como parte del tratamiento:
Evaluación de peso
El nutriólogo querrá evaluar si el peso actual es saludable o no. Esto significa que calculará tu Índice de Masa Corporal (IMC) y si tienes un peso saludable para la estatura que tienes. Un IMC saludable para los adultos es de entre 18.5 y 24.9. Un IMC de 25 o más significa que la persona tiene preobesidad u obesidad.
La medición de la cintura
Se medirá tu cintura; ya que la circunferencia puede indicar si el peso está poniendo en riesgo tu salud con enfermedades como diabetes tipo 2 y enfermedades del corazón.
NOTA: Si eres mujer tu cintura debe de medir menos de 80 cm, y si eres hombre la medida es de menos de 90 cm.
Otras pruebas
El médico tomará la presión arterial y podrá llevar a cabo otras pruebas, como un análisis de sangre para comprobar si hay algún problema de salud relacionado con el peso, como tener el azúcar o el colesterol en niveles altos.
¿Cómo lograr un peso saludable?
Si tienes preobesidad, los cambios en la dieta y en el nivel de actividad física son los primeros pasos para perder peso. El médico general o un nutriólogo especializado, puede ayudar a evaluar la dieta actual y los niveles de actividad para establecer metas para el cambio y lograr los objetivos.
La dieta
Según los expertos, la mejor forma de evaluar la dieta es manteniendo un diario de alimentos, un registro de todo lo que se come durante una semana. Esto puede ayudar a que se identifiquen los hábitos alimenticios que se pueden modificar, como añadir azúcar al té.
El ejercicio
Los niveles de actividad física se pueden medir con un diario de actividades. El médico también puede sugerirle que utilice un podómetro durante una semana,éste mide el número de pasos que se dan en el día y proporciona un indicador de los niveles de actividad diaria.
Establecimiento de objetivos
La mejor manera de perder peso es hacer cambios viables de larga duración en los hábitos alimenticios y de actividad física.
Una vez que el especialista tenga una idea más clara de tu dieta y del nivel de actividad física que tienes, podrá establecer objetivos simples que te ayuden a tener los cambios esperados.
También es importante que el paciente decida qué cambios va a realizar, puesto que así es más probable que los cumpla; plantearse tres objetivos razonables es una buena manera de iniciar con los cambios. Estos podrían ser: dejar el consumo de alcohol y tabaco, comer un desayuno saludable y la incorporación de la actividad física en la rutina diaria. El nutriólogo puede establecer un programa de seguimiento regular en las citas, por lo general cada dos o tres semanas, para supervisar tu progreso.
Medicamentos para bajar de peso
Si ya has realizado cambios en la dieta y en el nivel de actividad física, pero no has perdido una cantidad de kilos que sea significativa, el médico puede recomendarte algunos medicamentos que tal vez te ayuden. Estos sólo se utilizan si tu IMC es de al menos 28 o 30 y si tienes una enfermedad relacionada con la preobesidad.
La cirugía para adelgazar
Si padeces de obesidad severa o mórbida, y no ha funcionado el cambio de estilo de vida y medicamentos para perder peso, disminuyendo así los riesgos asociados, el médico podría sugerirte una cirugía bariátrica o de pérdida de peso.
Para calificar para la cirugía de pérdida de peso, el paciente tiene que tener un IMC de al menos 40, o de 35 si se tiene una condición de salud relacionada con la obesidad. Sin embargo, cada médico tendrá sus criterios para sugerir el procedimiento. Las personas que podrían ser candidatas para la cirugía por lo general encuentran que es muy difícil perder peso, y la cirugía puede ser la solución. Es un procedimiento importante que viene con riesgos para la salud, como toda intervención quirúrgica.