La obesidad significa tener demasiada grasa corporal, es decir, más de 30% en mujeres y 20% en hombres. Se diferencia de la preobesidad, que significa que la persona pesa más de lo que debería. El peso puede provenir de los músculos, huesos, grasa y/o agua en el cuerpo. Ambos términos significan que el peso de una persona es mayor de lo que se considera saludable para su estatura.
En la mayoría de los casos, la obesidad se produce con el tiempo, cuando se consume un exceso de calorías y éstas no se utilizan, por tanto debe seguirse el precepto: “Energía ingerida, energía utilizada”. Los factores que podrían afectar su peso incluyen la constitución genética, comer en exceso, comer alimentos ricos en grasas y falta de actividad física (estilo de vida).
La obesidad aumenta el riesgo de diabetes, enfermedades del corazón, derrames cerebrales, artritis y algunos tipos de cáncer. Si una persona padece obesidad, perder aunque sea de 5 a 10 por ciento de su peso puede retrasar o prevenir algunas de estas enfermedades. Eso significa perder 3 a 6 kilos si pesa 90 kilos.
Causas
Un gran porcentaje de los casos de obesidad son provocados por comer en exceso y hábitos sedentarios, es decir, moverse muy poco. Consumir grandes cantidades de calorías en la dieta y no quemarlas a través del ejercicio o la actividad física causa que éstas se conviertan en grasa acumulada en el cuerpo.
Calorías
El valor de la energía de los alimentos se mide en unidades llamadas calorías. El promedio de un hombre físicamente activo necesita 2 mil 500 calorías para mantener un peso saludable, y la mujer físicamente activa promedio necesita 2 mil. Esto puede parecer alto, pero puede ser fácil llegar a este límite si se ingieren ciertos tipos de alimentos. Por ejemplo, comer una gran hamburguesa, papas fritas y una malteada puede agregar hasta 1500 calorías en una sola comida. Otro problema es que muchas personas no son físicamente activas, por lo que muchas de las calorías que consumen terminan siendo «desperdiciadas» y se convierten en células de grasa.
Modo de vida
La obesidad no aparece de la nada, se desarrolla gradualmente a partir de la mala alimentación y el estilo de vida. Por ejemplo, la elección de alimentos poco saludables podría incluir:
- Comer alimentos procesados o altos en grasa.
- No comer frutas, verduras e hidratos de carbono no refinados, como el pan integral y arroz integral.
- Beber demasiado alcohol, el alcohol contiene muchas calorías, y los grandes bebedores tienen, a menudo, preobesidad.
- Salir mucho a comer a restaurantes y fuera de casa, la comida puede ser más alta en grasas y azúcares.
- Comer porciones más grandes de lo que se necesita, es posible comer demasiado si los amigos o familiares también están comiendo grandes porciones.
- Comer para sentirse mejor.
- Hábitos alimenticios poco saludables tienden a heredarse, a medida que se aprenden los malos hábitos alimenticios de los padres.
La falta de actividad física
La falta de actividad física es otro factor importante relacionado con la obesidad. Muchas personas tienen trabajos que implican estar sentado en un escritorio la mayor parte del día. También dependen de sus vehículos en lugar de caminar o andar en bicicleta. Cuando la gente se relaja, tienden a ver la televisión, navegar por Internet o jugar juegos de computadora, y rara vez hacen ejercicio con regularidad. Si no se mueven lo suficiente, no se utiliza la energía proporcionada por los alimentos que consume y las calorías adicionales se almacenan como grasa. Se recomienda que los adultos hagan por lo menos 150 minutos (2 horas y 30 minutos) de actividad aeróbica de intensidad moderada, como andar en bicicleta o caminar rápido, cada semana.
Sin embargo, para las personas que padecen preobesidad u obesidad, es posible que la recomendación sea hacer más ejercicio para adultos que tienen un peso adecuado.
Genética
Algunas personas afirman que no es posible o que no tiene sentido la pérdida de peso porque “está en mi familia” o “está en mis genes”. Si bien hay algunas condiciones genéticas raras que pueden causar la obesidad, como el síndrome de Prader-Willi, no hay ninguna razón por la cual la mayoría de la gente no puede bajar de peso. Puede ser verdad que haya ciertos rasgos genéticos heredados de sus padres pueden hacer más difícil perder peso, como que cueste más tiempo quemar calorías, tener un metabolismo lento o tener un gran apetito; pero sin duda perder peso no es imposible. Muchos de los casos donde la obesidad es hereditaria pueden deberse a factores ambientales, como los malos hábitos alimenticios aprendidos en la infancia.
Razones médicas
Las condiciones médicas que pueden causar aumento de peso son:
- El síndrome de Cushing, un trastorno poco común que causa el exceso de producción de hormonas esteroides.
- La Glándula tiroides (hipotiroidismo), donde la glándula tiroides no produce suficiente hormona tiroidea.
Ciertos medicamentos, como los corticoesteroides y algunos antidepresivos, también pueden contribuir al aumento de peso. El aumento de peso puede ser un efecto secundario de tomar la píldora anticonceptiva así como dejar de fumar.