Un informe, publicado en el periódico Pediatrics, mostró que los problemas gastrointestinales son cuatro veces más comunes entre niños con autismo que en otros niños.
Para realizar este nuevo análisis, los investigadores revisaron todos los estudios publicados sobre los síntomas gastrointestinales y el autismo, siendo examinados más de 950 artículos en total.
Posteriormente, observaron los resultados compuestos por 15 estudios con las normas más altas de confiabilidad científica, publicados en los últimos diez años, que combinaban un registro de 2 mil 215 niños con autismo.
Tras esta revisión, el análisis mostró que los niños con autismo eran cuatro veces más propensos a tener problemas gastrointestinales generalizados que niños sin este trastorno.
El estreñimiento crónico y la diarrea fueron, por ejemplo, tres veces más comunes, asimismo, los niños con autismo mostraron dos veces más probabilidad de indicar que tenían dolor abdominal.
El doctor William Sharp, coautor del estudio y director del Pediatric Feeding Disorders Program en el Emory’s Marcus Autism Center, señala que reconocer las afectaciones gastrointestinales en aquellos que tienen autismo puede ser complicado debido a problemas conductuales y neurológicos.
Además, los desafíos de comunicación pueden dificultar, particularmente, que un individuo con autismo describa sus síntomas. En muchos casos, los padres y los profesores deben confiar en signos no verbales para reconocerlos, de hecho, en ocasiones, la única indicación de un padecimiento de este tipo puede ser el empeoramiento de un problema de conducta o uno nuevo.
Por ello, en su informe, el doctor Sharp y sus colegas enfatizan la necesidad de guías clínicas específicas para los exámenes gastrointestinales en personas con autismo, en especial, para los pacientes no verbales.
Vía: Autism Speaks