Podrías pensar que un piercing en la lengua es sexy y genial, pero estos accesorios no le hacen ningún bien a tu salud bucal, afirman investigadores.
Según un estudio suizo, las personas con piercings en la lengua son más propensas a padecer enfermedades de las encías que las que tienen perforaciones labiales.
Los expertos encontraron muchos casos de hemorragias, retrocesos o encías inflamadas en un grupo de 14 pacientes con perforación lingual, dijo el doctor Clemens Walter, investigador principal del trabajo y superintendente adjunto del Centro Universitario de Odontología de la Universidad de Basilea, en Suiza.
«Cuanto más cerca estaban los dientes de la perforación de la lengua, más afectados estaban», señaló Walter.
Por otro lado, la salud de las encías de siete pacientes con un piercing labial no se vio afectada por la joyería, de acuerdo con los hallazgos presentados en la recién concluida reunión de la Federación Europea de Periodoncia, en Ámsterdam, Holanda.
Un estudio separado de Bélgica encontró que dos mujeres jóvenes (de 27 y 32 años) con piercings en la lengua sufrieron daños repetidos en las encías debido a la presión del metal contra sus dientes.
Después de ocho a 10 años, a las mujeres se les quitaron los piercings luego de que sus encías sangraran y la infección produjera abscesos repetidos, dientes flojos y movimiento de los dientes fuera de su posición normal, dijeron los investigadores.
«Para ambas pacientes, se necesitaban tratamientos quirúrgicos largos y costosos así como antibióticos, y no se podía lograr la regeneración completa del tejido perdido», lamentó el doctor Bernard Loir, dentista en Bruselas y presentador de los hallazgos en la citada reunión.
Asimismo, las perforaciones linguales interfieren con la comida, la deglución y el habla, y causan irritación y daño al rozar y hacer clic constantemente contra los dientes y las encías, subrayaron Walter y Loir.
«Los pacientes con un piercing en la lengua siempre juegan con la perforación y la empujan hasta los dientes, especialmente los dientes frontales inferiores, lo que causa irritación mecánica», comentó Walter.
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Por su parte, el portavoz de la Asociación Dental Americana, el doctor Tyrone Rodríguez, compara los piercings de la lengua con «pequeñas bolas de demolición» dentro de la boca.
«La estructura dura golpea contra el diente y ese golpeteo constante causa microgrietas que con el tiempo se convierten en grandes grietas, que hacen que la estructura del diente falle o que el diente se vuelva muy, muy sensible», indicó Rodríguez, dentista pediátrico de Moses Lake, Washington.
Las perforaciones orales también aumentan las posibilidades de infección de una persona, dado que la boca humana alberga más de 500 tipos conocidos de bacterias, hongos y virus, agregó Rodríguez.
«La boca aguanta esto bastante bien, pero empujamos las cosas a favor de que se compliquen cuando hacemos un agujero en esas barreras de protección», dijo Rodríguez. «Muchos de los gérmenes que tenemos en la boca se consideran oportunistas. Cuando tenemos una lesión o herida, intentan aprovecharla».
Walter es firme en que si los pacientes se preocupan por su salud bucal, se quitarán el piercing de la lengua lo antes posible.
«Tienen que eliminarlo. No hay otra opción», dijo Walter. «De acuerdo con mis datos y los casos que he visto, tienen que removerlo, y generalmente lo hacen. Si se lo explicas al paciente, se quitará la perforación».
En cuanto a las personas que se niegan a quitarse la perforación de la lengua, estas deben practicar una salud oral inmaculada, enfatizó Rodríguez.
«La mejor opción es no tener la perforación, pero si deseas tenerla, mantenerla limpia es de vital importancia. También es útil tener una perforación que puedas extraer para que puedas limpiarla adecuadamente», aconsejó Rodríguez.
Quienes se hacen estos piercings también deben abstenerse de fumar tabaco, agregó Rodríguez.
«Si tienes un piercing y lo estás bombardeando con todos estos irritantes y posibles carcinógenos, bueno, eso complica las cosas», advirtió.
Vía: Health Day News
