La escuela está en su pleno apogeo, y con ella vienen una gran cantidad de resfriados que se transmiten todo el tiempo entre los niños.
Pero los padres que realmente deseen aliviar la dolencia de su hijo enfermo deben evitar en la medida de lo posible los medicamentos de venta libre para la tos y el resfriado.
Los descongestionantes no deben administrarse a niños menores de 6 años porque no hay pruebas de que hagan algún bien, así lo informa una nueva investigación publicada esta semana en la revista BMJ.
Estos medicamentos de venta libre (OTC, por sus siglas en inglés) no alivian eficazmente los síntomas como la congestión o la secreción nasal, pero sí tienen efectos secundarios potencialmente peligrosos para los niños, advirtió la doctora An De Sutter, autora principal y jefa de medicina familiar y atención primaria de salud en la Universidad de Ghent, en Bélgica.
Ciertos descongestionantes “pueden tener efectos secundarios graves, como hipertensión, exaltación y convulsiones”, dijo De Sutter.
La nueva revisión otorga un peso adicional a la advertencia de 2008 emitida por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos(FDA) de que no se debe administrar productos para la tos y el resfriado a niños menores de 2 años, y que solo deben usarse con precaución en niños mayores.
La Academia Americana de Pediatría también recomienda no usar remedios de venta libre para la tos y el resfriado para niños menores de 4 años, subrayó el doctor Jeffrey Gerber, director médico del Programa de Administración de Antimicrobianos en el Hospital de Niños de Filadelfia.
“En términos generales, en el mejor de los casos, los riesgos y beneficios en los adultos probablemente son casi iguales. Y en los niños, los riesgos superan los beneficios”, comentó Gerber.
El resfriado común generalmente es causado por virus y los síntomas generalmente desaparecen en siete a 10 días, acotaron los autores del estudio. Los niños contraen de seis a ocho resfriados al año, en comparación con los dos a cuatro resfriados anuales que contraen los adultos.
La evidencia actual de los ensayos clínicos muestra que los descongestionantes brindan poco o ningún alivio a los niños, indicaron los expertos.
Los autores concluyeron que los descongestionantes o medicamentos que contienen antihistamínicos no deben administrarse a niños menores de 6 años, y deben usarse con precaución en niños de 6 a 12 años.
La compensación no vale la pena, mencionó Gerber, incluso si las posibilidades de un efecto secundario grave son mínimas.
“Podrías tener interacciones que pueden hacer que tu corazón se acelere, por ejemplo”, explicó. “Si tenías algún tipo de afección subyacente que puedes o no conocer, la exacerbarías y causarías una arritmia. Eso no sucede tan a menudo, pero es una posibilidad”.
Los medicamentos de venta libre no funcionan mucho mejor para los adultos, según el estudio. El uso de descongestionantes solos o con antihistamínicos o analgésicos puede tener un pequeño efecto en el bloqueo o la secreción nasal, por hasta tres a siete días, señalaron los investigadores.
Sin embargo, los hallazgos mostraron que los adultos corren un mayor riesgo de efectos secundarios como insomnio, somnolencia, dolor de cabeza o malestar estomacal. Irónicamente, el uso prolongado de descongestionantes puede conducir a congestión nasal crónica.
También existen pruebas inadecuadas que respaldan otros tratamientos de venta libre o de uso doméstico comunes, como vapor, humidificadores de aire caliente, analgésicos, exfoliación por vapor, equinácea o probióticos, según el informe.
La irrigación nasal salina o las gotas son la forma más segura para que los padres alivien la congestión nasal de un niño, según la investigación, pero es posible que no funcionen.
Los padres pueden usar paracetamol o ibuprofeno para reducir la fiebre, los dolores y las molestias en los niños, y un humidificador de vapor frío puede ayudar a desbloquear las fosas nasales para permitir una respiración más fácil, recomienda la FDA. Además, los niños deben beber muchos líquidos para mantenerse hidratados.