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cena-iEn muchos países del mundo es una costumbre generalizada el cenar tarde y en grandes cantidades. Por ejemplo, en México cualquier día de la semana es bueno para consumir tacos, tortas, hamburguesas y demás alimentos a altas horas de la noche.

Pero ¿tiene alguna consecuencia negativa para nuestra salud esa costumbre de cenar y acostarse? Un estudio publicado por la Asociación Americana del Corazón comprobó que los hombres que cenan tarde tienen hasta un 55% más de posibilidades de padecer una enfermedad cardiaca.

“Nuestro grupo de estudio ha pasado décadas estudiando los efectos de la calidad y la composición de la dieta, y ahora esta nueva información también sugiere que los hábitos alimentarios pueden ser importantes para reducir el riesgo de enfermedad coronaria”, afirmó Eric Rimm, autor principal y profesor asociado de Epidemiología y Nutrición de la Escuela de Salud Pública y profesor asociado de la Escuela de Medicina de Harvard.

Desafortunadamente, los irregulares horarios laborales hacen que en la mayoría de las personas acostumbre ingerir alimentos ya avanzada la noche, en lugar de guiarse por horarios bien establecidos y adecuados.

El doctor Hiromi Shinya, autor del best seller “La enzima prodigiosa”, señala que un horario adecuado para cenar sería entre tres y cinco horas antes de ir a dormir. Es decir, si acostumbramos dormir a las doce de la noche, la mejor hora para ingerir nuestro último alimente debe ser entre las siete y las nueve de la noche.

En este sentido, la doctora Elisa Blázquez Blanco, responsable del departamento de Nutrición y Dietética de la Clínica Medicina Integrativa, subraya que nuestros horarios y nuestros hábitos condicionan en gran medida nuestra alimentación. La experta señala que una condición indispensable para llevar una vida sana es el adaptar las comidas a nuestros ritmos biológicos, lo que nos permitirá “encontrarnos con más energía durante el día y dormir mejor durante la noche”.

Blázquez Blanco aseguró que un paso importante para comenzar a cambiar nuestros hábitos alimentarios y mejorar nuestra salud es desayunar de forma abundante y de forma correcta, así como cenar de forma ligera por la noche ya que en esta hora del día nuestro sistema nervioso, hormonal y digestivo se prepará para descansar.

Así que hagámosle caso a ese viaje refrán que dice: “Desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo”.

Vía: ABC