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La «prediabetes», condición en donde los niveles de azúcar en sangre son altos pero todavía no se consideran como diabetes, puede representar una amenaza para la salud del cerebro, así lo sugiere una nueva investigación británica publicada en la revista Diabetes, Obesity and Metabolism.

«Como estudio observacional, no puede probar que tener niveles más altos de azúcar en sangre cause un empeoramiento de la salud cerebral. Sin embargo, creemos que existe una conexión potencial que debe investigarse más a fondo», señaló Victoria Garfield, del Instituto de Ciencias Cardiovasculares y la Unidad MRC para la Salud y el Envejecimiento de por Vida en el University College de Londres, y autora principal del estudio.

En su investigación, el equipo de Garfield analizó datos sobre medio millón de personas obtenidos del Biobanco del Reino Unido, cuya edad promedio fue de 58 años. En comparación con aquellas con niveles normales de azúcar en sangre («glucosa»), las personas con prediabetes tuvieron un 42% más de riesgo de deterioro mental durante un promedio de cuatro años, y mostraron un 54% más de probabilidades de desarrollar demencia vascular, un tipo común de demencia causada por un flujo sanguíneo reducido hacia el cerebro, durante un promedio de ocho años.

Las vínculos entre la prediabetes y el deterioro mental («cognitivo») / demencia vascular se mantuvieron incluso después de que los investigadores tomaron en cuenta otros factores de riesgo potenciales, como la edad, el tabaquismo, el peso, el nivel de enfermedad cardíaca y la pobreza.

La prediabetes no se asoció con un mayor riesgo de enfermedad de Alzheimer, apuntaron los investigadores.

El equipo británico también observó a personas con diabetes tipo 2 y descubrió que tenían tres veces más probabilidades de desarrollar demencia vascular así como un mayor riesgo de enfermedad de Alzheimer, en comparación con aquellas con niveles normales de azúcar en sangre.

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«Investigaciones previas han encontrado un vínculo entre tener resultados cognitivos más deficientes y la diabetes, pero nuestro estudio es el primero en investigar cómo el tener niveles de azúcar en sangre relativamente altos, pero que todavía no constituyen diabetes, puede afectar la salud de nuestro cerebro», subrayó Garfield.

La doctora Barbara Keber, presidenta de medicina familiar en el Hospital Glen Cove, en Nueva York, quien es ajena al estudio y opinó sobre sus hallazgos, dijo que «tiene sentido» que la prediabetes pueda dañar el flujo sanguíneo en el cerebro, pues tiene el mismo efecto en otras partes del cuerpo.

Sin embargo, la experta advirtió que un control demasiado estricto del azúcar en sangre se ha relacionado con hipoglucemia (descensos peligrosos en los niveles de azúcar en sangre) en los pacientes, que a su vez aumenta el riesgo de deterioro cognitivo y demencia.

Por ello, «la conclusión aquí es que necesitamos prevenir la prediabetes y la diabetes, así como controlar los niveles de glucosa en quienes fueron diagnosticados sin causarles hipoglucemia, a fin de prevenir el deterioro cognitivo y la demencia vascular», enfatizó Keber.

Mientras tanto, la persona promedio con prediabetes puede hacer muchas cosas para librarse de esta amenaza para su salud.

«Para la población general, es necesario seguir una dieta que reduzca los riesgos de desarrollar diabetes, al igual que hacer ejercicio con regularidad, tanto isométrico (entrenamiento de fuerza) como aeróbico (entrenamiento cardíaco), para reducir el aumento de peso y prevenir el desarrollo de prediabetes y diabetes», concluyó Keber.

 

Vía: Health Day News