Las quemaduras se clasifican, según su gravedad, del primero al tercer grado. La mayoría de las personas se recuperan sin consecuencias severas para la salud, pero las quemaduras más graves requieren atención médica de emergencia para evitar complicaciones.

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Cuando se tratan de forma adecuada y rápida, el pronóstico para las quemaduras de primer y segundo grado es bueno. Estas rara vez dejan cicatrices, pero pueden provocar un cambio en el pigmento de la piel quemada. La clave es minimizar mayores daños e infecciones. Los daños extensos causados ​​por quemaduras graves de segundo y tercer grado pueden provocar problemas en los tejidos profundos de la piel, los huesos y los órganos, llevando a que los pacientes puedan requerir:

  1. Cirugía
  2. Fisioterapia
  3. Rehabilitación
  4. Atención asistida durante toda la vida

Es importante recibir un tratamiento físico adecuado para las quemaduras, pero no olvides buscar ayuda para tus necesidades emocionales. Existen grupos de apoyo disponibles para personas que han sufrido quemaduras graves, así como consejeros certificados. Conéctate en línea o habla con tu médico para hallar grupos de apoyo en tu área.

 

Fuente: Healthline