Si se tratan de forma adecuada y rápida, el pronóstico para las quemaduras de primer y segundo grado suele ser bueno. Tales quemaduras rara vez dejan cicatrices, pero pueden provocar un cambio en la pigmentación de la piel que se encuentra quemada. La clave es minimizar los daños y las infecciones. Los daños extensos causados ​​por quemaduras graves de segundo y tercer grado pueden provocar problemas en los tejidos profundos de la piel, los huesos y los órganos. Esto significa que los pacientes podrían necesitar:

  • Cirugía
  • Fisioterapia
  • Rehabilitación
  • Atención asistida de por vida

Conoce más: 4 tratamientos que pueden requerir las personas con quemaduras de segundo y tercer grado

Es importante recibir un tratamiento físico adecuado para las quemaduras, pero no olvides buscar ayuda para tus necesidades emocionales. Existen grupos de apoyo disponibles para personas que han sufrido quemaduras graves, así como consejeros certificados. Busca en Internet o habla con tu médico para encontrar grupos de apoyo en tu área. También puedes utilizar otros recursos, como acudir a las fundaciones dedicadas a apoyar a personas que sufren quemaduras.

 

Fuente: Healthline