Si te caes, es importante mantener la calma. Si no estás herido(a) y te sientes lo suficientemente fuerte como para levantarte, no lo hagas rápidamente.
Colócate de rodillas y busca un mueble o superficie/estructura estable, como una silla, una cama, una pared o un barandal.
Sujétate del mueble con ambas manos para sostenerte y, cuando te sientas preparado(a), levántate lentamente. Siéntate y descansa un rato antes de continuar con tus actividades diarias.
Si te lesionaste o no puedes levantarte, intenta llamar la atención de alguien pidiendo ayuda, golpeando la pared o el suelo, o utilizando tu alarma personal o sistema de seguridad (si tienes uno en tu hogar). Si es posible, arrástrate hasta un teléfono y marca al 911 o a tu número de emergencias local para pedir una ambulancia.
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Trata de alcanzar algo cálido, como una manta o una bata, para cubrirte, particularmente las piernas y los pies.
Manténte lo más cómodo(a) posible e intenta cambiar de posición al menos una vez cada media hora (aproximadamente).
Es posible que desees adquirir un sistema de alarma personal para poder pedir auxilio en caso de una caída.
Una alternativa sería llevar siempre un teléfono móvil en el bolsillo para poder pedir ayuda en caso de sufrir una caída.
Fuente: NHS