Los efectos secundarios de la COVID-19 son numerosos. Ahora, investigadores británicos, mediante un estudio publicado en la revista International Journal of Audiology, revelaron que muchos pacientes que se recuperan de la infección por el nuevo coronavirus tienen problemas de audición persistentes.
Para el trabajo, 120 pacientes del Reino Unido que habían sido hospitalizados por COVID-19 participaron en una encuesta telefónica. Cuando se les preguntó si tenían algún cambio en su audición, el 13% dijo que había empeorado. Ocho pacientes dijeron que su audición se había deteriorado y ocho dijeron que tenían tinnitus (zumbidos en los oídos).
«Ya sabemos que los virus como el sarampión, las paperas y la meningitis pueden causar pérdida auditiva, y los coronavirus pueden dañar los nervios que transportan información hacia y desde el cerebro», señaló el investigador Kevin Munro, profesor de audiología en la Universidad de Manchester.
«En teoría, es posible que la COVID-19 pueda causar problemas con partes del sistema auditivo, incluido el oído medio o la cóclea», advirtió el experto.
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Condiciones como la neuropatía auditiva, un problema de audición en donde la cóclea sigue funcionando pero la transmisión a lo largo del nervio auditivo y hacia el cerebro se ve alterada, podría dificultar la audición sobre el ruido de fondo, agregó Munro.
El síndrome de Guillain-Barré, que se ha vinculado con la COVID-19, también está relacionado con la neuropatía auditiva.
Sin embargo, se requiere más investigación para determinar exactamente cómo es que el virus afecta a la audición, indicaron los investigadores.
«Aunque confiamos razonablemente en la diferenciación de los cambios preexistentes y recientes en la audición y el tinnitus, invitamos a las personas a que tengan precaución», mencionó Munro.
«Es posible que otros factores que no tengan que ver con l COVID-19 puedan afectar la pérdida auditiva y el tinnitus preexistentes. Estos podrían incluir estrés y ansiedad, así como el uso de máscaras faciales que dificultan la comunicación, medicamentos utilizados para tratar la COVID-19 que podrían dañar el oído u otros factores relacionados con estar gravemente enfermo», explicó el especialista.
Vía: Health Day News