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El índice glucémico (IG) es una medida que indica la rapidez con la que un alimento eleva los niveles de azúcar en sangre después de ser consumido. Los alimentos con un IG alto provocan aumentos rápidos en la glucosa, seguidos de caídas bruscas que pueden generar fatiga y hambre repentina.

En cambio, los alimentos con IG bajo liberan energía de manera más estable, ayudando a mantener la saciedad y el rendimiento durante el día.

¿Cómo se clasifican los alimentos según su índice glucémico?

  • IG alto (70 o más). Pan blanco, arroz blanco, papas, jugos procesados y productos con azúcar refinada.
  • IG medio (56-69). Pan integral, avena instantánea, plátanos maduros y algunas frutas tropicales.
  • IG bajo (55 o menos). Legumbres, quinoa, frutos secos, vegetales, avena tradicional y manzanas.

Impacto en la energía y la salud

Consumir regularmente alimentos de IG alto puede causar picos de energía seguidos de cansancio, lo que afecta la concentración y el estado de ánimo. A largo plazo, una dieta alta en estos alimentos se asocia con mayor riesgo de diabetes tipo 2 y obesidad.

Por otro lado, priorizar alimentos de IG bajo ayuda a mantener niveles de energía constantes, mejora la sensibilidad a la insulina y favorece el control del peso.

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Consejos para equilibrar el índice glucémico en tu dieta

  1. Prefiere granos enteros en lugar de refinados, como arroz integral en vez de arroz blanco.
  2. Combina carbohidratos con proteínas y grasas saludables (por ejemplo, pan integral con aguacate o yogur con frutos secos).
  3. Opta por métodos de cocción suaves, ya que cocinar demasiado ciertos alimentos puede aumentar su IG.
  4. Incluye más fibra en tu alimentación para ralentizar la absorción del azúcar.

El índice glucémico es una herramienta útil para entender cómo los alimentos afectan tu energía y salud metabólica. Elegir opciones con IG bajo puede ayudarte a sentirte con más vitalidad y prevenir problemas de salud a largo plazo.

 

Fuente: Harvard T.H. Chan School of Public Health