La hepatitis alcohólica es la inflamación del hígado causada por el consumo de alcohol. Beber dicha sustancia destruye las células del hígado.
La hepatitis alcohólica es más frecuente en personas que beben mucho durante muchos años. Sin embargo, el vínculo entre el consumo de alcohol y la hepatitis alcohólica no es simple. No todos los bebedores empedernidos desarrollan la condición. Y algunas personas que beben con mucha menos frecuencia contraen la enfermedad.
Si te diagnosticaron hepatitis alcohólica, debes dejar de beber alcohol. Las personas que continúan haciéndolo poseen un alto riesgo de sufrir daño hepático grave y muerte.
Síntomas
El signo más común de hepatitis alcohólica es la coloración amarillenta de la piel y el blanco de los ojos, llamada ictericia. Dicha coloración de la piel puede ser más difícil de detectar en personas de tez negra y morena.
Otros síntomas incluyen:
- Pérdida de apetito.
- Náuseas y vómitos.
- Sensibilidad en el vientre.
- Fiebre, generalmente de bajo grado.
- Cansancio y debilidad.
Las personas con hepatitis alcohólica tienden a sufrir desnutrición. Beber grandes cantidades de alcohol evita que la gente tenga hambre. Y los bebedores empedernidos obtienen la mayor parte de sus calorías del alcohol.
Otros síntomas que se presentan con la hepatitis alcohólica grave incluyen los siguientes:
Acumulación de líquido en el abdomen, llamada ascitis.
Estar confundido y actuar de manera extraña debido a la acumulación de toxinas. El hígado
sano descompone estas toxinas y las elimina.
Insuficiencia renal y hepática.
Cuando acudir con un médico
La hepatitis alcohólica es una enfermedad grave y a menudo mortal. Consulta a un profesional de la salud si:
- Tienes síntomas de hepatitis alcohólica.
- No puedes controlar tu forma de beber.
- Quiere pedir ayuda para reducir tu consumo de alcohol.