Si tienes una afección médica crónica que te pone en mayor riesgo de enfermedad grave debido a COVID-19, aunque solo tengas, por ejemplo, 30 años, puedes tomar una serie de medidas para reducir tu riesgo de infección.
Aquí te mencionamos algunas cortesía de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard:
- En la medida de lo posible, limita el contacto con personas ajenas a tu familia.
- Mantén suficiente distancia (alrededor de 2 metros o más) entre tú y cualquier persona fuera de tu familia.
- Lávate las manos con frecuencia con agua tibia y jabón durante 20 a 30 segundos.
- Evita tocarte los ojos, la nariz o la boca lo más que puedas.
- Mantente alejado de las personas que están enfermas.
- Durante un brote de COVID-19 en tu comunidad, quédate en casa tanto como sea posible para
reducir aún más tu riesgo de estar expuesto. - Limpia y desinfecta las superficies de alto contacto en tu hogar, como mostradores, mesas, perillas de las puertas, accesorios de baño, inodoros, teléfonos, teclados, tabletas y mesitas de noche, todos los días.
Además, haz todo lo posible para mantener tu condición bien controlada. Esto significa seguir las recomendaciones de tu médico al pie de la letra, lo que incluye tomar tus medicamentos según las indicaciones. Si es posible, obtén o compra un suministro para 90 días de tus medicamentos recetados, y solicita que te los envíen a domicilio para que no tengas que acudir a la farmacia a recogerlos.
Finalmente, llama a tu doctor para una asesoría adicional que sea específica para tu condición.