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endulzantes-artificiales.2El uso de endulzantes artificiales (o edulcorantes), tales como la sacarina, el aspartame y la sucralosa, comúnmente son tema de debate sobre los posibles riesgos a la salud que ocasiona su consumo, especialmente en personas que sufren enfermedades crónicas como diabetes. Sin embargo, existen numerosos estudios que avalan su seguridad.

El doctor John Fernstrom, investigador de la Escuela de Medicina de la Universidad de Pittsburgh, en los Estados Unidos, quien lleva analizando los endulzantes artificiales en los últimos 30 años, señala que los protocolos y estudios toxicológicos demuestran que los edulcorantes pueden ser consumidos sin ningún problema por toda la población. Además, afirma, se ha determinado que la máxima ingesta diaria segura de aspartame es de 50 mg por kilogramo de peso corporal, 15 mg de acesulfame K, y 5 mg en cuanto a la sacarina y la sucralosa.

En este contexto, dijo que en México los edulcorantes se consideran aditivos alimentarios y, como tales, están sujetos al proceso de aprobación de seguridad diseñado para ellos. De acuerdo con la Ley General de Salud, estos se definen como cualquier sustancia permitida que se incluye en la formulación de productos, sin propiedades nutricionales y que actúa como un estabilizador, conservador o modificador de las características del producto, proporcionando un sabor dulce.

Con el fin de obtener la aprobación para su uso en los alimentos, debe demostrarse claramente que los edulcorantes no generan efectos positivos o negativos sobre la salud, y que su única función es proporcionar un sabor dulce. No son drogas, apuntó el doctor John Fernstrom.

Por lo tanto, los aditivos alimentarios no pueden ser utilizados para reducir algunos riesgos, prevenir o tratar ninguna enfermedad. Según la doctora Rebeca López-García, investigadora principal de Logre Internacional Food Science Consulting, con sede en la Ciudad de México, todos los productos autorizados como endulzantes artificiales en nuestro país han pasado por rigurosos procesos de aprobación, con el fin de garantizar su seguridad.

Explicó que en México, dichos productos son analizados por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), y a nivel internacional por el Comité Mixto FAO / OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA por sus siglas en inglés).

Además, la experta destacó que cada país establece su propio proceso de evaluación, que incluye la revisión de todos los estudios toxicológicos y de seguridad y los análisis de la población local. A su vez, el doctor John Fernstrom informó que entre los estudios que determinan la seguridad de los edulcorantes se encuentra la prueba de toxicidad genética, a corto plazo y subcrónica hasta 90 días, así como la de metabolismo en estudios farmacocinéticos.

Ambos investigadores coinciden en que todos los compuestos aprobados como endulzantes artificiales han sido sometidos a rigurosas pruebas basadas en la exposición local, por lo que se consideran seguros.

 

Vía: Agencia ID