¿Sabías que los ronquidos se presentan con mayor frecuencia en hombres que en mujeres? Según especialistas, a partir de los 60 años, la incidencia estimada en hombres es de entre 34 y 44%; mientras que en las mujeres asciende a 28%, lo que incrementa después de los 50 años de edad.
En niños se estima una prevalencia de uno por cada 10 infantes, y en los adolescentes, en general, es de 12 por ciento.
El ronquido se define como una respiración ruidosa durante el sueño, que afecta a todos los grupos de edad y que puede ser dato de un cuadro de obstrucción de las vías respiratorias, según el especialista del IMSS Jalisco Rubén Santoyo Ayala.
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De acuerdo con Santoyo Ayala, el ruido se produce también por vibración de las paredes de la boca y la faringe, «que pueden ser anatómicamente estrechas o estar obstruidas; y los ronquidos pueden ser de leves o fuertes, y ocurrir de día y de noche».
Algunos de los factores que provocan los ronquidos son: la edad —entre más grande sea la persona más posibilidades de roncar—, la obesidad, el alcohol, el tabaquismo, la mala posición al dormir, la ingesta de tranquilizantes o benzodiacepinas y antecedentes familiares.
En la mujer también influyen los cambios hormonales propios de la menopausia, en donde los niveles de estrógenos y progestágenos disminuyen drásticamente.
Normalmente, quien duerme al lado del paciente se percata del ronquido y revela si además tiene pausas respiratorias o ceses por algunos segundos —apnea—; además de sensación de asfixia, lo que puede conducir a un riesgo incrementado de paro cardíaco o infarto cerebral —además de desarrollar hipertensión arterial—.
¿Qué puedes hacer para evitar los ronquidos? Para poder establecer un diagnóstico se debe evaluar si la persona presenta habitualmente el ronquido con una frecuencia mayor a cuatro veces por semana o si se trata de una situación ocasional, que no acontece más de dos veces por semana.
Para el especialista, es importante atender la problemática con el fin de ofrecer un tratamiento oportuno, que por lo regular incluye el monitoreo del paciente y la utilización de un aparato para facilitar la respiración.
Asimismo, se recomienda llevar una dieta balanceada, para evitar el sobrepeso, no fumar, no consumir alcohol; realizar actividad física, procurar dormir de lado y evitar la posición boca arriba.
Vía: Notimex
