Los cálculos renales son pequeños fragmentos de material parecidos a guijarros que se forman en uno o ambos riñones, así lo indica la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Los cálculos renales se forman cuando posees niveles elevados de ciertos minerales o sales en tu orina.
Un análisis de cálculos renales es una prueba que realizan los médicos para averiguar de qué está compuesto un cálculo renal. Dicha información le permite a tu médico desarrollar un plan para ayudarte a reducir el riesgo de formar más cálculos en el futuro.
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Existen cuatro tipos principales de cálculos renales:
- De calcio. Es el tipo de piedra más común.
- De ácido úrico. Es otro tipo común de piedra.
- De cistina. Es un tipo de cálculo poco común. Es causado por cistinuria, una enfermedad renal que heredas de tus padres.
- De estruvita. Es el tipo menos común de cálculo renal. Por lo general, se forma después de una infección del tracto urinario (ITU).
RECUERDA: Los cálculos renales pueden ser tan pequeños como un grano de arena o tan grandes como un chícharo y, en ocasiones, pueden ser más grandes. Piedras muy pequeñas pueden salir de tu cuerpo al orinar. Los cálculos más grandes o de forma extraña pueden atascarse dentro de tu tracto urinario y bloquear el flujo de orina. Esto puede causar dolor intenso o sangrado, y es posible que necesites tratamiento para deshacerte de los cálculos. No obstante, con tratamiento, los cálculos renales suelen no causar daño permanente.